Banderas, mossos, gestos y saludos en la Generalitat

Lo primero que llama la atención del encuentro Sánchez-Torra es la seriedad del presidente del Gobierno. El experto en comunicación no verbal José Luis Martínez-Ovejero cree que "eso puede reflejar cierta incomodidad y tensión". Tensión que se refleja en gestos como los puños cerrados en varios momentos. Y además "no mira a Torra prácticamente nunca".

Todo lo contrario que su jefe de gabinete, Iván Redondo, que sorprende con su manera de saludar a Quim Torra, con un gesto que incluye bajar la cabeza.

Sánchez es recibido con los máximos honores en el Palau de la Generalitat, con una formación de Mossos d'Esquadra con uniforme de gala y bandera, bandera ante la que Sánchez no se para, al contrario que Torra: "Creo que no es intencionado".

Para el experto, el presidente de la Generalitat "está mucho más tranquilo, más relajado, gesticula mucho más". Llega el momento de la foto y un nuevo apretón de manos, en el que Sánchez mantiene la distancia. En el despacho si se muestra más relajado. De fondo las dos banderas, del mismo tamaño. Se evitan así malentendidos como en la anterior reunión en Pedralbes cuando Moncloa tuvo que colocar flores de Pascua rojas porque se veía demasiado las amarillas "independentistas" colocadas estratégicamente por la Generalitat.