El extesorero, Luis Bárcenas, ha afirmado ante el juez Pablo Ruz que hasta que él dejó el cargo en el PP había cajas B en todas las provincias y regiones, de las que normalmente se encargaban sus tesoreros y en las que entraban donativos de empresarios que se destinaban a campañas electorales.
A preguntas de las fiscales del caso Gürtel, Bárcenas ha asegurado que estas contabilidades paralelas existían al menos desde 1990, cuando heredó la caja B nacional de manos del extesorero Rosendo Naseiro, y ha especificado que le consta, al menos, que las había en las localidades madrileñas de Majadahonda, Pozuelo de Alarcón y Las Rozas, según fuentes presentes en la declaración.
Ha precisado que en Majadahonda el encargado de esa caja era el exalcalde Guillermo Ortega, imputado en esta causa, y en Pozuelo el tesorero, y del resto no ha especificado. Durante sus más de cinco horas de declaración, ha dicho desconocer las cantidades que se manejaban y el funcionamiento de recogida de la financiación, ya que él no controlaba esas contabilidades, aunque ha asegurado que "todos" en campaña electoral querían donar.
Ha añadido que en esa época era una práctica normal en todos los partidos políticos. Respecto a la supuesta caja B del partido nacional que él controlaba, ha asegurado que todos los secretarios generales revisaban el sistema y los presidentes del partido lo conocían.
Ha explicado que cuando heredó de Naseiro el manejo de esas cuentas opacas, todo lo controlaba y supervisaba Álvarez Cascos (que fue además tesorero de 1990 a 1993) y ha indicado que era el encargado de recaudar las donaciones. Según su relato, al menos desde que Naseiro se hizo cargo de la Tesorería en 1987 ya había caja B y cuando la heredó, le preguntó a Cascos que hacía con los 8 millones de pesetas que le entregó el propio Naseiro, por si había que cambiar el sistema, a lo que y Cascos le dijo que siguiera con él.
Según las fuentes, durante toda la declaración el extesorero ha intentado exculpar del manejo del dinero familiar a su mujer, Rosalía Iglesias, cuya declaración se ha retrasado más de una hora como consecuencia de la extensa declaración de su marido.
Bárcenas también ha hablado de la reforma de la reforma de la sede del PP en la madrileña calle Génova y ha manifestado que es cierto que buena parte de ella se pagó en negro, lo que le suponía al arquitecto imputado Gonzalo Urquijo no pagar impuestos y a cambio de lo que se le pidió que les hiciera un descuento del 8%.
El extesorero ha contradicho la versión de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, de que en verano de 2009 Bárcenas dejó su puesto como tesorero del PP y que ella le revocó entonces todos los poderes, ya que, según ha sostenido, no fue hasta marzo de 2010 cuando dejó de poder firmar en representación del partido.
Ha negado que existiera una relación entre los apuntes de la contabilidad B del partido y ingresos registrados en sus cuentas en Suiza, ya que esto era imposible porque la caja paralela no solo la controlaba él, sino también Lapuerta, quien fue tesorero los años en que Bárcenas era gerente de la formación. La única posibilidad de que eso ocurriera, ha dicho, es que él y Lapuerta se pusieran de acuerdo, cosa que, ha añadido, no pasó.