La presidenta de UPN, Yolanda Barcina, ha anunciado a la Ejecutiva del partido su dimisión del cargo "por responsabilidad y generosidad" para facilitar el acceso de un líder "a tiempo completo y con dedicación", después de que hace meses ella renunciara a seguir en política. "Necesitamos a un presidente a tiempo completo, no sólo por UPN sino por Navarra en general", ha dicho Barcina, quien ha asegurado que así lo exige la situación, tras haber pasado su partido a la oposición y tener que preparar unas elecciones generales, además de convocar un Congreso de "renovación" del partido regionalista.
Hasta el pasado mayo presidenta del Gobierno foral, renunció meses antes a presentarse como candidata de su partido a la reelección y pidió volver a ejercer como profesora en la Universidad Pública de Navarra (UPNA), donde es titular por oposición de la Cátedra de Bromatología y Nutrición, si bien mantenía su cargo como presidenta de UPN, mandato que expiraba en 2017. Sin embargo, en conferencia de prensa, convocada de urgencia, ha anunciado a los periodistas poco después de hacerlo ante la Ejecutiva del partido que el actual momento político en Navarra es "trascendental" y "exige de todos nosotros una alta capacidad de reflexión y toma de decisiones".
Se refería así a la "situación radicalmente diferente a la anterior" y a la pérdida de UPN del Gobierno de Navarra "con un sentido democrático profundo" tras las últimas elecciones, por lo que ahora toca "hacer oposición, con claridad de ideas, relegando intereses personales". "Es ahora cuando nuestro partido necesita más que nunca unidad de reacción, norte claro y verdadera dirección política" para "renovar discursos, estrategias y contenidos de acción política", una tarea de "auténtica revitalización" que en UPN se debe hacer "pronto y bien", en un Congreso extraordinario "lo antes posible" en el que se combine "renovación sin perder nuestras señas de identidad".
Tras decidir hace meses volver a la UPNA "por la misma puerta por la que salí -hace 19 años-, sin puerta trasera ni puertas giratorias", Barcina, quien podía ostentar la presidencia de partido hasta 2017, ha dicho tener "claro" que no será ella quien lidere este proceso que encauza ahora UPN, para el que "se necesita un líder a tiempo completo en política, no puede ser a tiempo parcial". Su decisión "no es una dejación de responsabilidades sino todo lo contrario. Es una decisión tomada con responsabilidad para con UPN y con Navarra", ha dicho una Barcina que ha asegurado que no piensa "interferir" en quien será su sucesor porque mantendrá una "neutralidad total como corresponde".
Se abre ahora un período en el que el vicepresidente de UPN, Antonio Sola, asume la presidencia en funciones para convocar, en el plazo máximo de dos meses, una Asamblea del partido en la que se elija un nuevo presidente, que asumiría el resto del mandato al frente del partido, previsto hasta 2017. "El nuevo presidente o presidenta del partido tendrá plena libertad para, de acuerdo con los órganos del partido, determinar el momento más conveniente para la celebración de un Congreso extraordinario que debe contar con el voto favorable de dos tercios de los miembros del Consejo Político", ha recordado.
Sobre las sucesivas elecciones por las que entonces podría pasar UPN para elegir a un presidente que continúe al frente de la actual Ejecutiva y que posteriormente podría ser sustituido por otro en el posible Congreso que se convoque al respecto, Barcina ha dicho que en un partido como éste "no nos importa nada someternos a las votaciones que sean las veces que sean". Ha señalado, por tanto que "a partir de ahora soy una afiliada más, y espero que una buena expresidenta. En adelante trabajaré por el partido de manera leal y silenciosa", ha dicho.