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HABLA EL YERNO DE RUIZ-MATEOS

Biondini: "Ángel de Cabo es un gángster"

Antonio Biondini, yerno de Ruiz-Mateos, habló en exclusiva con Espejo Público sobre la Operación Crucero, sobre Ángel de Cabo y sobre la siuación vivida entre este último y la familia Ruiz-Mateos.

Antonio Biondini, yerno de Ruiz-Mateos, quiso hablar en exclusiva con Espejo Público sobre Ángel de Cabo y sobre la Operación Crucero. Biondini no dejo nada en el tintero en la que ha sido su primera aparición televisiva.

Lo primero que quiso aclarar fue que Ruiz-Mateos padre nunca estuvo de acuerdo con la propuesta de Ángel de Cabo: "Por lo que yo conozco se opuso a los hijos en el trato que hicieron con Ángel de Cabo. Pero los hijos confirmaron dicho acuerdo y con eso nos encontramos a día de hoy. Mi suegro siempre fue contrario a firmar nada con él".

El yerno de Ruiz-Mateos dijo que él se reunió con Ángel de Cabo: "Mi mujer estaba preocupada al ver que la empresa se vendía por un euro. Fueron tres horas de reunión porque los argumentos que quería transmitir era que había que tener en cuenta que había que tener que ciertos miembros de la familia saldrían perjudicadas".

Y eso, según él, no gustó a De Cabo: "Me dijo, gritando, que lo de Nueva Rumasa no tenía que ver con las hermanas. Le mostré un documento que dice que las hermanas tienen que recibir cierta cantidad de dinero".

Asi define él cómo fue su reunión con De Cabo y cómo es él como persona: "La reunión fue muy tensa, el hombre fue muy déspota y muy agresivo y recibí alguna amenaza. De Cabo es un hombre muy déspota y un gángster".

Sobre los pagos que acordaron De Cabo y los hijos de Ruiz-Mateos, no sabe demasiado: "La prueba que tienen nuestros abogados es de 80 % para los hijos, 20 % para de Cabo. Pero hasta que no se pronuncie el juez no lo puedo decir. No puedo afirmar que los hijos hayan recibido esos pagos. Todo lo llevan los hijos, mi mujer no ha recibido ni un euro".

Además, sigue creyendo en la honestidad de Ruiz-Mateos padre: "En los últimos dos años lo he tenido en mi casa casi todos los días. Llorando, intentando buscar soluciones e intentando que los hijos no acordaran nada con De Cabo. Él nunca ha dejado de pagar a un trabajador".

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