El expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, ha afirmado en el juicio contra Elpidio Silva que el acusado le causó un perjuicio económico por la fianza de 2,5 millones de euros que depositó para eludir el ingreso en prisión. "Pero hay un perjuicio mayor, que es el moral que ha causado con su proceder prevaricador. Daño a mí, a mi familia, un daño difícilmente reparable y espero que esa deuda se salde como en justicia se saldan las deudas", ha añadido.
Así se ha pronunciado el exbanquero durante el juicio abierto contra Silva por prevaricación y otros presuntos delitos cometidos durante la investigación de un crédito de 26,6 millones que la caja madrileña concedió al exjefe de la patronal Gerardo Díaz Ferrán y de la compra del City National Bank de Florida.
El testigo, que pide hasta 40 años de inhabilitación para Silva, le ha acusado de no dar trámite a las recusaciones que presentaba en el procedimiento y ha manifestado su sorpresa por que el juez diera instrucciones a la Guardia Civil para que todas las citaciones les fueran entregadas en su domicilio. Ha añadido que se enteró "por la prensa" de la intención del magistrado de pedir prisión bajo fianza que por el propio instructor.
Al inicio de su comparecencia, Blesa ha explicado que es abogado de profesión, que conoce pero no guarda amistad con Silva, su abogado ni Gerardo Díaz Ferrán y, al ser preguntado por su situación jurídica, ha respondido que está "querellado" en la causa sobre el banco de Florida que investiga un juzgado de Madrid y en la emisión de preferentes abierta en la Audiencia Nacional.
Cuando ha accedido a la sala de vistas del Tribunal de Justicia de Madrid, una señora a la que Caja Madrid vendió preferentes y que se encontraba presente entre el público ha tenido que abandonar brevemente la sesión por la conmoción que le causaba la presencia de Blesa.