El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa ha asegurado que ha "sufrido mucho" en su "vida personal y profesional" por el daño que el magistrado Elpidio José Silva le ha causado a él, a su familia y a su "prestigio". Así lo ha expresado el exbanquero en su declaración como testigo en el juicio a Silva por prevaricación, en el que ha lamentado la actuación del juez que le encarceló en dos ocasiones, llegando incluso al "paroxismo" de acusarle de traficar con armas "junto a otros ilustres personajes", en alusión al expresidente del Gobierno José María Aznar.
Durante la testifical, que se ha extendido por las numerosas interrupciones ocasionadas por Silva, el presidente de la Sala, Arturo Beltrán, ha tenido que echar a un grupo de preferentistas que asistían como público, a uno de los cuales ha multado con 100 euros por alteración del orden.
Blesa llegó sobre las 9.10 horas al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Antes que el exbanquero, estaba citado a testificar su abogado, Carlos Aguilar, que pide una pena de inhabilitación de 43 años frente a los 30 que reclama la Fiscalía para Silva, que está acusado además de dos delitos contra la libertad individual y otro de retardo malicioso de la Administración de Justicia.
Al comienzo de su comparecencia, Blesa ha afirmado que no tenía ningún tipo de "sentimiento" o "aberración" hacia el juez, lo que ha desatado la reacción del acusado, que ha pedido al tribunal que deduzca testimonio por un delito de falso testimonio porque ha hecho manifestaciones públicas en su contra.
Por ello, Beltrán ha pedido una aclaración, a lo que Blesa ha respondido que cuando salió de la prisión de Soto del Real en junio pasado se limitó a comentar a los periodistas que "estaba deseando que todo se aclarase" y que "quería un juez imparcial que hasta ese momento no había tenido".
Después, Silva manifestó a los medios de comunicación que si Blesa se "creía que esto era un restaurante y había un menú para elegir juez". "Lo único que pretendía es que no me dieran comida averiada", ha resaltado. Nuevamente, las palabras de Blesa han provocado las críticas del acusado, pero Beltrán ha zanjado el debate asegurando: "Si la mentira se aclara, deja de ser mentira", motivo por el que ha asumido "el riesgo" de no aceptar la deducción de testimonio.
Así, ha comenzado el interrogatorio por parte del fiscal jefe de Madrid, Manuel Moix, al que Blesa ha ofrecido un accidentado relato debido a las interrupciones de como transcurrió la causa en la que Silva empezó a investigarle por la concesión de un crédito de 26,6 millones de euros al Grupo Marsans de Gerardo Díaz Ferrán.
La primera notificación de comparecencia la recibió en noviembre de 2012 para acudir al Juzgado como imputado el 5 de diciembre de ese año, día en el que, ha explicado, el juez no accedió a la petición de la acusación ejercida por Manos Limpias de enviarle a prisión por ser "notoriamente improcedente". No ocurrió lo mismo, sin embargo, los días 16 de mayo y 5 de junio de 2013, cuando ordenó su ingreso en prisión, la primera bajo fianza de 2,5 millones -que pagó a la mañana siguiente- y la segunda de manera incondicional sin que se le devolviera esa fianza.
Esa segunda vez, ha dicho, ya sabía que iba a volver a Soto del Real. "Tenía todas las sospechas de que no se estaba actuando de manera imparcial en este caso", dado que el abogado de la acusación había anunciado en una televisión que iba a volver a la cárcel pero esta vez de forma incondicional. El fiscal le ha preguntado entonces si sus resoluciones le han causado algún tipo de perjuicio.
"He sufrido mucho en mi vida personal, profesional y familiar; el daño que ha hecho a mi familia, a mi prestigio, que lo tenía", ha recalcado para precisar a continuación que ello lo ha causado no solo su encarcelamiento, sino "porque no ha cesado de aparecer en los medios hablando mal de mí y de la justicia, ya que solo parece que existe una justicia, la que administraba él", ha concluido.
A su salida, tras haber permanecido durante cinco horas en el tribunal, al que llegó con 45 minutos de antelación con respecto al inicio del juicio, el grupo de preferentistas que le aguardaba desde primera hora le ha increpado, aunque no se han reproducido los incidentes de otras ocasiones debido a la gran presencia policial.