El bloque de investidura se debilita tras las últimas decisiones del Gobierno

"Déjenme decir lo que pienso, joder", fueron las palabras del portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, dirigidas al presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores. Antes del estallido intentaba explicar la (o)posición de su partido en torno al viraje del Gobierno en el asunto del Sáhara tras el acuerdo con Marruecos, pero no le dieron más tiempo del estipulado.

La salida de tono de Aitor Esteban podría resumir el sentir de los grupos que apoyaron la investidura: no les dejan decir lo que piensan, pero no porque no tengan tiempo, sino porque, dicen, el Gobierno ni les pide su opinión. El Sáhara solo es la gota que colma el vaso, "una más" para Gabriel Rufián, portavoz de ERC, que se desmarca de la política del PSOE y se apunta al medallero "algunas rectificaciones" del ejecutivo, pese a ser uno de los partidos sin los que Sánchez no habría podido gobernar.

Mertxe Aizpurua, portavoz de Bildu, no entiende que el acuerdo con Marruecos se obtuviera "sin contar con nadie" y explica que eso aleja al PSOE de sus socios parlamentarios. Precisamente Bildu y Esquerra han pasado de expresar el malestar en las ruedas de prensa a hacerlo por escrito. Ambos grupos han registrado en el Congreso de los Diputados una proposición No de Ley que obligará al PSOE a posicionarse en torno a un Referéndum en el Sáhara. En el texto se desmarcan completamente de la nueva posición de Pedro Sánchez.

Aviso al Gobierno: "Podría quedarse solo"

Joan Baldoví, portavoz de Compromís, avisa al Gobierno de que se quedará "muy solo" en el futuro si sigue tomando decisiones sin tener en cuenta su necesidad de apoyos en el Congreso. Y toda esta oposición de quienes forman el bloque de investidura junto al PSOE y Unidas-Podemos llega en un momento muy crítico para el Gobierno. El ejecutivo va a necesitar a sus socios si quiere aprobar el anunciado Plan económico para la guerra el próximo martes 29. Ese día al que parece fiarse el futuro de este Gobierno y de este país, aunque las fechas decisivas e históricas ya se acumulan en el historial de un Gobierno al que la actualidad no le da un segundo de respiro.

La ronda de reuniones del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, con los grupos parlamentarios no está siendo valorada positivamente por éstos. Creen que se trata de encuentros sin contenido, meramente formales y en los que no se presentan medidas concretas. Y la cuestión Saharaui no ayuda.

Con el enfado evidente de los que han hecho de muleta del Gobierno en los momentos más complicados, la pregunta es cuánto debe tensarse la cuerda para romperse. ERC ya demostró en la última votación sobre la Reforma Laboral que no siempre va de farol, aunque hay voces que aseguran que jamás habrían votado "no" sin la garantía de que la misma saldría adelante.

"Hala, ya está, joder", con golpe de micrófono incluido, fue la frase definitiva de Aitor Esteban en la comparecencia que se menciona al principio de este texto. La incógnita es si, en vistas de la situación actual y los reproches constantes, alguna vez será pronunciada explícita o implícitamente contra el Presidente del Gobierno por parte de los socios de la investidura.

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