El presidente del Congreso, José Bono, ha considerado hoy que no hay que concederles ni un gramo de arrepentimiento a los presos de ETA, a los que ha definido como "lo peor de cada pueblo y lo más malo de cada familia de España". En declaraciones a Onda Cero recogidas por Efe, Bono se ha referido así a la posibilidad de que se le esté haciendo la campaña a Bildu con el acto de adhesión de los presos de ETA al Acuerdo de Gernika.
El presidente de la Cámara Baja se ha mostrado absolutamente convencido de que estos asesinos, que están cumpliendo sus penas no pueden ser presentados, "si no es faltando a la lealtad debida a España, como si fuesen pobres gentes que ya han sufrido mucho", porque, según sus palabras, "han asesinado mucho y lo que deben hacer es cumplir hasta el último día en la cárcel". Tras subrayar que ha ido a suficientes entierros "como para no olvidar a las víctimas y no tener la más mínima compasión por los verdugos", Bono ha recordado que Otegi le pegó un tiro en la pierna a Gabriel Cisneros y secuestró a Javier Rupérez.
Bono ha dicho que los presos de ETA son "lo peor de cada pueblo y lo más malo de cada familia de España" y ha señalado que no está dispuesto, haya elecciones o no y se haga campaña o no a estas gentes, "a concederles ni un gramo de arrepentimiento porque no lo han tenido". El presidente del Congreso ha afirmado que es "mala gente" y se ha remitido a las pruebas de sus casi mil asesinatos. Ha confesado que no se imagina ser presidente de una Cámara con un grupo integrado por cómplices de asesinato, tras asegurar que lo mejor que puede ocurrir es que ETA acabe y que ve bien que cada vez tenga menos fuerza y tenga que reclamar lo que antes exigía a tiros.
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