El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha asegurado este domingo que no ve ningún cambio en la actitud del Govern respecto al Estado: "Yo no he percibido un cambio".
Borrell ha sostenido que no aprecia ningún cambio en el independentismo, aunque el Gobierno central "está haciendo un esfuerzo extraordinario para recuperar el diálogo".
Ha señalado que no pueden impedir que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, insista en el derecho a la autodeterminación, pero "tendrá que escuchar también al presidente del Gobierno cuando le dice que tal cosa no va a ocurrir".
Preguntado por la decisión de la justicia alemana sobre la extradición del expresidente Carles Puigdemont, ha manifestado su respeto a las decisiones judiciales, pero ha avisado de que "respetar no significa estar de acuerdo, ni no poder analizar".
Borrell ha afirmado que la sentencia dice que "en la rebelión no se usó la fuerza en grado suficiente como para torcer la voluntad del Gobierno contra la que iba dirigida", por lo que considera que evidencia la existencia de rebelión. "No dice que no la hubiera: dice que no fue lo suficientemente fuerte. Ese es un juicio de valor", ha sentenciado.
Además, ha asegurado que el independentismo ha hecho una campaña de descrédito de las instituciones españolas "que ha tenido un cierto éxito por incomparecencia del contrario". Por eso, cree que "hay que combatir ese relato" del independentismo y ha explicado que él lo va a hacer en el extranjero.
El ministro de Asuntos Exteriores ha asegurado que retirar las acusaciones a los presos soberanistas es una cuestión judicial y que el Gobierno no puede intervenir, en alusión a la demanda del independentismo de que el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, inste a la Fiscalía general del Estado a retirar las acusaciones a los procesados.
"No soy quién para decir que debe hacer el Gobierno con la Fiscalía. Esto está situado en el terreno judicial", ha señalado en su intervención para clausurar las jornadas de Societat Civil Catalana que se ha celebrado este domingo en Barcelona.
También ha explicado que la euroorden se debe entender como una manera de construir un espacio común, de seguridad, de justicia y de aplicación de los códigos penales, y que la sentencia del tribunal alemán pidiendo la extradición del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont por malversación "tampoco dice lo que dicen (el Govern) que dice".
Ha sostenido que no deben reconocer "ninguna superioridad moral a los que defienden la independencia de Catalunya", que es necesario rebajar la tensión y empezar a encontrar soluciones a los problemas reales. "No nos tenemos que dejar comer el coco diciendo que España es un país represivo donde los derechos y las libertades no funcionan. Una cosa es la impresión que cada uno saca y otra es la realidad objetiva que se mide", ha dicho.
Así, ha resaltado que el independentismo es hegemónico porque no se le han puesto delante fuerzas que fueran capaces de evitar esta hegemonía, y que Cataluña está dividida en dos, por lo que ha defendido la pluralidad de la sociedad catalana: "Mientras no se acepte que la unidad del pueblo es un mito será difícil que nos podamos entender".