"Mi actuación como comisario es intachable, (...) me siento plenamente legitimado para seguir en mi cargo", afirmó Arias Cañete a los medios tras su comparecencia en la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo (PE).
Que se produjera la comparecencia a puerta cerrada no fue bien acogido por PSOE, Podemos, IU o ICV, que, tras escuchar sus explicaciones, pidieron la dimisión de Arias Cañete y le acusaron de no asumir su responsabilidad política. Estos grupos insistieron en que esta intervención no fue satisfactoria y piden que el comisario comparezca en la Comisión que la Eurocámara ha creado para investigar las filtraciones de los papeles de Panamá, en los que aparece su esposa, Micaela Domecq.
Sin embargo, los populares -la fuerza mayoritaria en el PE- no se han mostrado partidarios de esta intervención y está por ver si el caso tiene más recorrido parlamentario, una duda que puede empezar a despejarse el próximo viernes, cuando los coordinadores de la Comisión de Asuntos Jurídicos presenten sus conclusiones. Estas conclusiones serán remitidas al presidente de la institución, Martin Schulz, quien decidirá los siguientes pasos a dar, si los hubiera, junto con los líderes de los principales grupos políticos.
"El Parlamento es soberano y le tengo mucho cariño a esta institución, por lo que no tengo ningún problema en comparecer y siempre estoy dispuesto a hacerlo", subrayó Arias Cañete, ante la posibilidad de dar nuevas explicaciones. El comisario se mostró "tranquilo" ante los medios, antes y después de la comparecencia y afirmó que había "aceptado la invitación" de la Eurocámara "en los términos que establece la institución". Arias Cañete aseguró que respondió a todas las preguntas planteadas por los eurodiputados, un total de 29 cuestiones centradas no solo en los papeles de Panamá sino también en el caso Acuamed y en el de la mina de uranio proyectada en Salamanca.
"No he incurrido en ningún conflicto de intereses, y (...) he cumplido escrupulosamente el código de conducta", aseguró el comisario europeo, quien acusó a los socialistas de hacer "afirmaciones falsas" en sus preguntas. En el caso de Acuamed, dijo que es "simplemente falso" que condonara una deuda de 40 millones a FCC, porque su "única intervención en el caso" fue, en 24 de febrero de 2014, la petición de un informe jurídico para que se pudiera conocer la base sólida que tenía la empresa para una mejor defensa de sus intereses".
Los socialistas le habían pedido que presentara los informes técnicos del Ministerio de Agricultura, pero Arias Cañete estimó que "no es necesario" puesto que "el secreto del sumario se ha levantado y los documentos que ya existen están disponibles". Sobre la presencia de su mujer en los papeles de Panamá, como autorizada en las cuentas de la compañía Rinconada Investments Group, el comisario destacó que la actividad de esta sociedad cesó en 2010, por lo que no incurrió "en ningún conflicto de intereses".
En cuanto al caso de la instalación de la mina de uranio, defendió "ha sido un procedimiento que ha seguido las reglas de tramitación del tratado Euratom por funcionarios absolutamente independientes". El popular Luis de Grandes calificó de "linchamiento" las acusaciones vertidas tanto a Arias Cañete como a su esposa, y afirmó sentirse "orgulloso" de su gestión como comisario. No obstante, la presidenta de la delegación socialista, Iratxe García, instó al comisario a dimitir "por el bien de la imagen de España en la UE", y aseguró que su grupo ha pedido al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, que interceda para que Arias Cañete deje el cargo. Por su parte, el representante de Podemos Xabier Benito afirmó que con el formato a puerta cerrada "se le ha negado a la ciudadanía el derecho a saber en qué casos está metido el comisario", mientras que Paloma López, de IU, subrayó que los casos que salpican al comisario "inciden en otros ámbitos" más allá de su competencia. Desde ICV, Ernest Urtasun dijo que Arias Cañete "es el más alto cargo de la UE afectado por los papeles de Panamá", un caso "que ha costado dimisiones como la del primer ministro islandés" mientras que en Bruselas "nadie asume responsabilidades".