La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, confiesa en un libro de Maruja Torres que si "pudiera rebobinar a febrero pasado" matendría su "no" inicial a presentarse como candidata por Ahora Madrid, y asegura además que no es feliz ahora. "Si pudiera rebobinar a febrero pasado, mantendría mi no inicial a presentarme como alcaldesa", explica Manuela Carmena a la periodista y escritora Maruja Torres, que publica en Planeta 'Manuela Carmena en el diván de Maruja Torres', un libro de charlas entre ambas que sale a la venta este martes.
Según explica la editorial, Carmena, de 71 años, revela que se siente "desbordada" por la situación y la fama sobrevenida. "Te haces un poco de todos y eres menos dueña de ti, y los demás lo son un poco", comenta Carmena sobre su conversión en alcaldesa de la capital española, y añade: "Me puede. Todo esto es absolutamente excesivo. Me desborda. No soy feliz ahora, y eso no es bueno". La regidora asegura que la única parte del reto que le importa es "mejorar Madrid" y "las condiciones de vida de los madrileños".
La jurista veterana viaja en transporte público para que la gente aumente su "dignidad" al verse atendida, se muestra convencida de que es necesario el trato directo con la gente y es partidaria de que los puestos políticos los desempeñen políticos no profesionales.
Hay también múltiples aspectos personales en las charlas entre Maruja Torres y Manuela Carmena, como su familia, sus orígenes, el feminismo, el maquillaje o el sexo, pues la alcaldesa recuerda a Maruja Torres "la cantidad de placeres que hay sin penetración".
Carmena reivindica la felicidad como "lo más importante del ser humano" y aquello para lo que tiene que prepararse, y en ese trabajo para alcanzarla reivindica la educación emocional, una asignatura pendiente del sistema. El libro es un acercamiento a la figura de Manuela alcaldesa desde un aspecto político e ideológico pero también humano a base de charlas en lugares como un hotel de Madrid o la casa barcelonesa de la periodista en la que, según la definición de Maruja Torres, coetánea a Carmena, parecen dos "tietas".