Pablo Casado tiene "muy buenas vibraciones" sobre su candidatura después de haber recorrido una cuarentena de sedes en casi 20.000 kilómetros en 10 días. En este sentido, destaca que "la gente quiere un cambio de etapa, reilusionarse con la política, quiere renovar su proyecto político y que salgamos unidos", aspectos que él "garantiza". En su opinión, para tener buenos resultados en las elecciones municipales y autonómicas habrá que tener un proyecto que no se base en hacer "lo mismo con los mismos". Así, su objetivo es "poder gobernar sin bisagras y sin depender de nadie".
"Vamos a ganar", destaca el precandidato a la presidencia del PP, que subraya que su candidatura es muy plural y cuenta con las bases, y no han recabado apoyos relevantes como exministros o barones autonómicos. "Las normas implican que va a haber una segunda vuelta y yo voy a acatar esas normas igual que he acatado que haya pocos inscritos", señala Casado, que descarta sumar su candidatura a la otra que gane este jueves.
En cuanto a su relación con José María Aznar, el político recuerda que tanto Soraya Sáenz de Santamaría como María Dolores de Cospedal estuvieron en su gobierno, aunque él no lo estuvo, y defiende: "Yo no estuve, pero yo no reniego de mi pasado ni del pasado de mi partido". "Difícilmente puede aspirar a liderar un partido quien reniega de su historia o de su propio espejo", subraya a este respecto y añade que "si queremos ampliar nuestro espacio electoral, tendremos que estar orgullosos de lo que hemos hecho, de nuestra propia gente, de nuestra propia historia". En este sentido, insiste en que si él ganara, todo el mundo tendría sitio en su proyecto porque es "una candidatura de integración". "Si nos fracturamos, perderemos las elecciones", sentencia.
Del mismo modo, Casado insiste en que "no se podía dialogar con aquellos que querían romper España o que no se podía dar ninguna concesión a aquellos que lo único que han hecho es dividir a la sociedad catalana y enfrentarla", asunto que, a su juicio, "se está viendo ahora con Pedro Sánchez". Sin embargo, también hace autocrítica: "Ahora que estamos en la oposición es compatible ser leal y haberlo sido y decir en qué podemos mejorar".
En cuanto a Ciudadanos, es contrario a "ignorarlos o insultarlos" y defiende que la mejor estrategia es "ganar a ese votante" porque "son tres millones de votos que se han ido". Además, aboga por que el PP de Cataluña tenga la "fuerza" y "centralidad" para que les apoyen desde el resto de España. "Si los constitucionalistas ganamos Barcelona, mantenemos Tarragona, recuperamos Badalona, Hospitalet... entonces lo que ha sido Tabarnia, que parecía una broma, se hará realidad y acabaremos derrotando al independentismo democráticamente", explica Casado sobre su plan en la región.