Independencia Cataluña
Los casos en los que los indultos serían reversibles y los condenados tendrían que volver a la cárcel
La medida de gracia anunciada ayer por Pedro Sánchez deja la puerta abierta a una suspensión del indulto en el caso de que los condenados vuelvan a cometer un delito grave en un plazo de tres a seis años.
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Lo primero que señaló ayer el presidente del Gobierno al anunciar el perdón a los independentistas es que se trataba de indultos parciales y condicionados. La parcialidad hace referencia a que si bien la medida implica la salida inmediata de prisión, la condena por inhabilitación sigue vigente. Es decir, que ninguno de ellos podrá ejercer cargos públicos mientras dure la pena.
La condicionalidad, por su parte, se refiere a que el indulto queda sujeto a que el condenado "no cometa ningún delito grave en un plazo de tiempo", como el propio Sánchez explicó ayer desde la Moncloa. En caso de que eso ocurriese, "el indulto quedaría sin efecto".
Moncloa explicó después que el periodo de tiempo en el que ninguno de los condenados podía cometer un delito grave, so pena de perder su condición de indultados, va de los tres a los seis años, en función de cada caso.
Para Oriol Junqueras se establece un tiempo de vigilancia de seis años, igual que para los ex consejeros Josep Rull, Jordi Turull y Joaquim Forn. Mientras, el plazo para Jordi Sànchez y Jordi Cuixart es de cinco años, el de la ex presidenta del Parlament Carme Forcadell, cuatro y el de la ex consejera Dolors Bassa, tres.
Regreso a prisión
La inhabilitación, de hecho, hace casi imposible que los indultados puedan volver a prisión por los mismos delitos, sedición y malversación. El regreso de cualquiera de ellos quedaría supeditado a que cometiesen, como cualquier otro ciudadano, algún delito que acarrease penas de cárcel.
Por su parte, el líder la oposición, Pablo Casado, ha exigido esta mañana a Sánchez que presente su dimisión "por dignidad" y someta la decisión sobre los indultos a los condenados del procés "al juicio de los españoles", convocando, por tanto, elecciones.
Sánchez y Casado han protagonizado este miércoles en el Congreso un bronco debate después de que el Gobierno aprobase la medida de gracia para los nueve condenados por el referéndum ilegal del 1-O.
El enfrentamiento se ha trasladado a sus bancadas, que les han recibido con aplausos y han aplaudido también sus intervenciones.
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