La portavoz del Partido Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, ha apostado por "una coalición por lo común", que aglutine a los partidos que trabajen por lo que une a los españoles y no por lo que les separa, y ha dejado claro que los "populares" solo se abstendrían en una investidura del líder socialista "si Sánchez deja de ser Sánchez".
En una entrevista este martes, Álvarez de Toledo ha hecho un llamamiento a Ciudadanos para que "medite profundamente su rechazo a sumar fuerzas" y ha subrayado que "no hay gobierno ni lo habrá" con el actual presidente en funciones, que solo puede liderar una "amalgama disolvente de separatistas e independentistas".
En relación con la propuesta del secretario general de su partido, Teodoro García Egea, en el sentido de que el líder socialista deje paso a un candidato de consenso, la portavoz ha dicho que tiene la impresión de que eso no va a ocurrir porque, en su opinión, "Sánchez no quiere dar un paso atrás".
Por eso, ha asegurado que prefiere unas nuevas elecciones que "un gobierno desgobernado", que cree que no da estabilidad al país ni garantiza la convivencia interna. Sobre la ronda de encuentros de Sánchez con representantes sociales, Álvarez de Toledo ha dicho que es una "campaña puramente personalista abocada al fracaso", porque solo está llamando a "los suyos" para que le aplaudan.
Ante esta situación considera "imprescindible" que se forje una "gran alternativa" que defienda la razón, la libertad, la Constitución y promueva la igualdad entre los españoles y ve posible llegar a un entendimiento con Ciudadanos en este sentido, al estilo de la coalición Navarra Suma, un "ejemplo extraordinario". "No pensamos exactamente igual, pero pensamos lo suficientemente parecido como para defender juntos la libertad y la igualdad de los españoles", le ha dicho a la formación que preside Albert Rivera.
En esa coalición también podría entrar Vox y "todos los que forman parte del espacio de la razón española", ha explicado Álvarez de Toledo, quien ha reconocido que ha sido muy crítica con la formación de Santiago Abascal porque "es un partido nacionalista" que "vende ficciones" y cuenta "milongas".
Sin embargo, ha justificado que el PP haya pactado con Vox en algunas comunidades, ya que esta formación "está matizando muchas de sus propuestas más ficticias" para poder hacer política.
"Ese es el problema de los partidos que tienden a la ficción, que luego viene la realidad y les desmiente", ha advertido. Por lo que respecta a Cataluña, Álvarez de Toledo ha augurado que en el mes de septiembre, con la sentencia del "procés", el separatismo someterá a "presiones brutales" a la justicia y las instituciones del Estado y ha reclamado "un plan para su defensa y protección", porque el que prevé el Gobierno "no va en la buena dirección".
Se ha referido, de esta manera, a la "posibilidad de indultos" y a la alternativa, que asegura que está barajando el Gobierno, de una reforma del Código Penal para "beneficiar" a los posibles condenados por el proceso independentista.
Una reforma para introducir un delito de desobediencia agravada, con una pena menor que el de rebelión, al que pudieran acogerse los políticos presos en el caso de ser condenados. En cuanto a la decisión de la Generalitat catalana de dejar a sus funcionarios trabajar el 12 de octubre y el 6 de diciembre, festivos nacionales, la portavoz del PP ha lamentado que "podría ser una broma pero no lo es", sino que se trata de una política "xenófoba" contra los constitucionalistas y los que se sienten españoles.
"Los que se cojan esa fiesta estatal serán señalados por la Generalitat", ha apuntado. Álvarez de Toledo ha advertido de que lo sucedido en Navarra, la investidura de la socialista María Chivite con la abstención de parte de EH-Bildu, marca "un hito importante en la degradación del PSOE", que abdica "no solo del consenso constitucional, sino de un consenso ético y moral español".
Y ha marcado su perfil como portavoz del PP en el Congreso, donde se ha comprometido a una oposición "indómita y racional" y a promover la "libertad del parlamentario" dentro del grupo, con decisión personal del voto para cuestiones concretas que afecten a "delicados asuntos morales", como en lo que se refiere al aborto, entre otros.
