Unos 500 inmigrantes de origen subsahariano han conseguido entrar en Melilla tras un asalto masivo a la valla en el que han aprovechado la densa niebla que registra la ciudad como factor sorpresa para conseguir su objetivo.
Según han informado fuentes policiales, la cifra de inmigrantes que han accedido a Melilla podría rondar el medio centenar, a la espera de los datos oficiales que continúa recabando la Delegación del Gobierno.
El asalto se ha producido sobre las ocho de la mañana en la zona comprendida entre Mariguari y Río Nano, y ha estado protagonizado por inmigrantes, en su mayoría procedentes de Mali, aunque hay también de otras nacionalidades.
Tras saltar el triple vallado, los inmigrantes se han dirigido hacia el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) entre cánticos, muestras de júbilo y abrazos con otros compatriotas. Algunos de los recién llegados presentan heridas leves y están siendo atendidos por miembros de Cruz Roja.
Allí, se les da agua y se les facilita ropa, ya que muchos se han despojado de sus prendas en el camino y han llegado con el torso desnudo. El de hoy es el segundo asalto que se consuma este mes de marzo en Melilla y el quinto desde que el pasado 6 de febrero quince inmigrantes subsaharianos fallecieran ahogados al lanzarse al mar en su intento de entrar en la ciudad autónoma de Ceuta.
El último asalto a la valla tuvo lugar el pasado 10 de marzo, cuando unos 15 inmigrantes lograron acceder en un intento protagonizado por cerca de 150 personas. Horas antes lo habían intentado otros 700 inmigrantes, aunque ninguno de ellos consiguió su propósito por el despliegue policial a ambos lados de la valla.
Hasta hoy, el asalto más importante registrado este año, en cuanto a número de inmigrantes, tuvo lugar el pasado 28 de febrero cuando al menos 214 personas procedentes de Guinea y Camerún, consiguieron entrar en Melilla.
El suceso elevará la presión en el CETI melillense, cuya ocupación supera los 1.400 acogidos, el triple de su capacidad máxima, que es de 480 plazas.
El pasado 6 de marzo, cuando se cumplía un mes de la tragedia de Ceuta, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, acudió a Melilla para visitar el perímetro fronterizo y el CETI, donde anunció medidas de refuerzo de la valla fronteriza y de vigilancia para hacer frente a la inmigración.