Los compañeros de los guardias civiles asesinados lamentan su pérdida

La muerte de los dos guardias civiles en Afganistán ha causado una enorme impacto en el Grupo de Acción Rural (GAR), con sede en Logroño, al que pertenecían.

El Director del Centro de Adiestramientos Especiales de Logroño, Lorenzo Pardo Fernández, asegura que pese al duro golpe la moral entre sus compañeros "es alta".

Ambos agentes fueron seleccionados entre los muchos voluntarios para la primera misión en Afganistán de la Guardia Civil como instructores de la policía afgana. Los fallecidos en el atentado tenían previsto volver a España el próximo 22 de septiembre, pero la vuelta quedó truncada por su asesinato.

Este jueves tuvo lugar en la base del GAR un funeral, presidido por los príncipes de Asturias, donde los compañeros de José María Galera y Leoncio Bravo pudieron despedirse para siempre de ellos.