La Universidad Complutense de Madrid (UCM) sostiene que la Inspección de Servicios determinó que "no existe irregularidad" en el acta de una de las asignaturas de la Licenciatura de Derecho que aprobó el presidente del PP, Pablo Casado, en el CES Cardenal Cisneros, centro adscrito a esta universidad.
Así lo aclara en un comunicado tras las informaciones de 'El diario.es' en el que se afirma que hubo un "extraño" cambio de notas en una de las actas de una asignatura, la de 'Derecho Natural', y con una firma de una de las profesoras que sostiene que se le dio indicaciones para aprobar al dirigente popular.
Ante ello, la Complutense ha subrayado que "la única acta válida de la asignatura en cuestión es la que está depositada y custodiada en la Secretaría de la Facultad de Derecho". En relación a este acta, ha indicado que está firmada por la profesora responsable y contiene "una rectificación reflejada en la misma acta y asimismo firmada por ella, certificando la validez de la misma (con el texto manuscrito "vale rectificación no. 9: Pablo Casado Blanco con Aprobado" y su firma)".
Dentro de la información que abrió la universidad para investigar las presuntas irregularidades, esta docente fue llamada a comparecer a la inspección de servicios. Durante el interrogatorio, se le mostró el acta en cuestión, en la que la profesora reconoció sus firmas, tanto la del acta como la de la rectificación, indicando que modificó la nota por un error de transcripción y que si le hubiesen falsificado su rúbrica, "lo hubiese denunciado".
La rectificación de un acta, según explica la UCM, firmada por parte del mismo profesor responsable de la asignatura, es "el procedimiento establecido cuando se advierte que ha habido un error de cualquier tipo en la calificación de un estudiante".
Así, cita la declaración de la profesora en la que dijo literalmente: "la rectificación de la calificación es correcta". Por todo ella, determina que "la Inspección de Servicios considera que no existe irregularidad en el acta, por lo que no lo incluye en su informe".
La universidad ha querido dejar claro que "no ha ocultado ni tiene intención de ocultar nada que haya podido valorar y constatar como irregular y que supusiera un trato de favor, como prueba el hecho de que la profesora fuera confrontada con las preguntas sobre el acta y la rectificación mencionada".