El pleno del Ayuntamiento del Condado de Treviño debatirá este viernes el expediente de segregación de la provincia de Burgos, con el objetivo de anexionarse al País Vasco, un documento que se remitirá a la Junta de Castilla y León y la propia Diputación provincial, para iniciar la segregación del Condado y su unión a Álava.
"Pedimos que se cumpla, fundamentalmente, el deseo de Treviño, la voluntad de la mayoría", ha aseverado el alcalde del municipio, Ignacio Portilla, antes de añadir que los "problemas" del condado se hacen visibles, especialmente, en el ámbito de los servicios públicos.
Al respecto, ha asegurado que la prestación de éstos en el condado presenta para la Comunidad "muchas dificultades", por lo que el País Vasco proporciona la mayoría de ellos, como los vinculados a las prestaciones sanitarias y educativas.
Como ejemplo de esta situación, ha explicado que sólo una quinta parte de los alumnos de centros educativos de Treviño acuden a colegios públicos, porque la "demanda real" de los estudiantes está directamente relacionada con el País Vasco, por su vinculación con este territorio y la intención de continuar con su vida laboral en el mismo.
"Tenemos la esperanza de que sea el final de esta situación y, sino, tomaremos las decisiones que se tengan que tomar", ha apuntado.
Por su parte, el presidente de la Diputación de Burgos, César Rico, ha recordado que el Estatuto de Castilla y León reconoce el Condado de Treviño como zona de la provincia de Burgos, por lo que ha considerado "muy difícil" que prospere el expediente de segregación.
En esta idea han coincidido los líderes del resto de los principales partidos de la Comunidad. Así, el secretario general del PP, Alfonso Fernández Mañueco, quien ha defendido el "cumplimiento estricto de la legalidad del Estatuto de Autonomía".
Asimismo, el líder del Partido Socialista de Castilla y León (PSCyL), Julio Villarrubia, ha abogado por "no perder tiempo", ya que "no tiene cabida legal" y, por lo tanto, "no es posible".