Conde-Pumpido ha valorado la sentencia que el Tribunal ha dictado sobre el exportavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi y la ha tildado de "correcta" y muy positiva para alcanzar la paz en el País Vasco.
Conde-Pumpido ha afirmado que este fallo "no introduce ninguna distorsión" en el proceso político, rechazando la postura de Bildu y de la izquierda abertzale de que la condena a Otegi y al exlíder del sindicato LAB Rafael Díez Usabiaga es un obstáculo.
El fiscal general del Estado ha hecho hincapié en que se trata de una sentencia "jurídica, no política". Ha dejado entrever que si ETA hubiese estado disuelta, la interpretación del tribunal de la Audiencia Nacional habría podido ser distinta en su dictamen.
En su opinión, es "indudable" que si Batasuna hubiese exigido a ETA su disolución, o la banda hubiera dejado las armas, "es posible que entonces pudiese haber una valoración y estar influida por ello".
Pero como no se ha producido, desde el punto de vista jurídico ETA sigue constituyendo una amenaza permanente y sus dirigentes tienen que ser condenados", ha añadido. Conde-Pumpido ha insistido en que una vez que ETA deje de existir, la imputación por cooperar con banda armada "pierde la trascendencia" y podría haber entonces medidas generosas con los condenados.
"En ese momento, el Gobierno que esté tomará las decisiones que le corresponda", se ha limitado a señalar. Ha reconocido que "los tiempos políticos, los mediáticos y los jurídicos son distintos", pero ha matizado que los hechos que se le imputan a Otegi y Díez Usabiaga de refundar Batasuna en connivencia con ETA ocurrieron hace solo dos años.
"La responsabilidad penal en que hayan incurrido, el tribunal tiene que enjuiciarla y valorarla sin poder verse afectado por la situación del momento", ha sostenido. Conde-Pumpido ha declarado que el final de la violencia llegará solo cuando los terroristas "sean plenamente conscientes de que son ellos los que están derrotados moral, legal y materialmente".