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Juan Carlos I

Corinna Larsen amenazó con difundir información que afectaría al "corazón de la Casa Real"

La negativa de la Casa del Rey a entablar cualquier negociación con Corinna Larsen llevó a esta a insistir en que podía divulgar informaciones sensibles.

Corinna Larsen, ex amiga del rey Juan Carlos, siguió intentando una negociación con la Casa Real, a pesar de las negativas que recibió a sus requerimientos. En una nueva comunicación a Zarzuela publicada por 'El Mundo' sus pretensiones las acompaña con amenazas de divulgar informaciones que afectarían al "corazón de la Casa Real, sus finanzas y sus conexiones íntimas con el CNI".

Sería una tercera carta dirigida al jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín. La misma persona que ya le había dicho que se abstuviera de involucrar a Felipe VI en cualquiera de sus maniobras, y que si lo hacía emprenderían acciones legales contra ella.

Viaje a Tahití

También se siguen añadiendo detalles a los movimientos en las cuentas opacas atribuidas al rey Juan Carlos. Según 'El Confidencial', en las Navidades de 2015, ya después de abdicar, se encontraba en Los Ángeles pasando unos días, pero decidió viajar a las islas del Pacífico. Tras la Nochevieja se subió junto a cuatro miembros de su escolta a un avión rumbo a Papeete, la capital del archipiélago polinesio. Allí celebró su cumpleaños antes de regresar a California. Los cinco billetes de ida y vuelta ascendieron a 26.311 libras esterlinas, unos 32.900 euros al cambio. El cargo no se hizo en las cuentas de la Casa Real o en su sueldo. Se pagaron a través de una de las fundaciones que aparecen ligadas a sus cuentas en el extranjero, la de Credit Suisse controlada por la Fundación Zagatka. Según esa información llama más la atención que el dinero no llegó a la agencia de viajes que gestionó los billetes, sino al primer exmarido de Corinna Larsen, Philip Adkins, con quien don Juan Carlos trabó amistad.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha asegurado que las informaciones que se están publicado sobre las presuntas irregularidades del Rey Juan Carlos I hacen "muy difícil separar los casos, algunos presuntos y otros contrastados, de la familia Borbón, de la institución de la que forman parte".