La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha avanzado este viernes un aumento de la jornada de los empleados públicos en 2,5 horas, de tal forma que pasarán de las 35 semanales a 37,5 y una reducción bruta del 3 por ciento del salario total de todos los funcionarios "con carácter transitorio", a través de la rebaja del 10 por ciento del complemento específico y asimilado, lo que supondrá un ahorro de 100 millones de euros.
Además, ha adelantado la puesta en marcha "de forma inmediata" de un plan de control del absentismo laboral, de tal forma que las bajas se presenten desde el primer día "y no en el cuarto día", dentro del paquete de medidas que forman la segunda parte del Plan de Garantía de los Servicios Básicos de Castilla-La Mancha, que prevé un ahorro total de 350 millones de euros.
La presidenta regional ha señalado que la reducción del complemento específico se aplicará "con carácter transitorio y como medida excepcional", y ha insistido en que la reducción será "bruta, no neta", en aquella parte que depende de las cantidades en las que la Junta tiene la capacidad de actuar "y que no vienen limitadas por legislación básica del Estado".