Crónica de una ruptura: Así fueron las horas previas al fracaso del pacto sobre el poder judicial

Ha sido un vuelo con turbulencias, y no precisamente aquellas que obligan a los pasajeros a ponerse el cinturón. El trayecto que trajo de vuelta a Pedro Sánchez a España, con este equipo de Antena 3 Noticias a bordo, será difícil de olvidar para el presidente y para los periodistas. Cerca de la madrugada, durante una escala en Angola, las alertas sobre la ruptura de las negociaciones empiezan a saltar cuando los teléfonos móviles se enganchan a la red telefónica. El estupor es inmediato. Porque el presidente había dicho hacía solo unas horas que el acuerdo con el Partido Popular para renovar el poder judicial estaba a punto de caramelo. “Nunca habíamos estado tan cerca”, nos aseguraba Sánchez un día antes en Nairobi.

La versión de Pedro Sánchez

Interrogado por los periodistas a bordo, y en una conversación informal y sin micrófonos, el presidente cuenta su versión de los hechos. Asegura que el pacto estaba listo al 98%, que solo faltaban unos flecos, y que llamó a Alberto Núñez Feijóo para ultimarlo. Esa llamada dura una hora, según el presidente, y se produce durante un traslado por carretera entre Johannesburgo y Pretoria, desde donde partiría el avión de la Fuerza Aérea Española rumbo a Torrejón de Ardoz. Pero en esa conversación, Sánchez detecta la reticencia final del líder del PP. Según su versión, Feijóo le dice que si la reforma del delito de sedición sale adelante, su partido no podrá sellar el pacto.

Sánchez asegura que tratando de resolver la situación, le ofrece a Feijóo una reunión presencial el 2 de noviembre, y así termina la llamada según el presidente del Gobierno, que sube al avión e informa por teléfono a su equipo. Sánchez habla por el móvil durante unos minutos antes del despegue.

Durante el vuelo, el Partido Popular lanza un comunicado en el que asegura que las negociaciones están suspendidas. En su conversación con los periodistas, Sánchez revela que esa filtración le decepciona y enfada porque rompe la confianza con sus interlocutores. Según Sánchez, al líder del PP “le han temblado las piernas” por las presiones que recibe por parte de la “derecha más reaccionaria” dentro de su propio partido. Eso, según el líder del PSOE, es una muestra de debilidad y de que Feijóo carece de liderazgo.

Para el presidente, el “chantaje” del PP le niega la legitimidad. Además, asegura que el delito de sedición nunca había salido durante las negociaciones, y romper el pacto coloca al PP al margen del sistema constitucional.

La versión del Partido Popular

Fuentes del partido de Feijóo recuerdan que Cuca Gamarra, secretaria general, dice públicamente que su partido separa la negociación sobre el CGPJ del resto de discrepancias con el gobierno, porque, aseguran, “el ministro Bolaños dice que esa reforma del delito de sedición no está encima de la mesa”.

Según las mismas fuentes, el anuncio de la vicepresidenta María Jesús Montero de que la reforma de la sedición llegará al parlamento constata que el Gobierno “prefería suspender las negociaciones con el PP a desairar a sus socios independentistas”.

Feijóo esperaba que durante la conversación con Sánchez, el presidente rectificara a su interlocutor, pero según ambas versiones, Sánchez insiste en que su propuesta de reforma del Código Penal está en la agenda legislativa. Eso fuerza al PP a cambiar su posición en la negociación.

Fuentes de la dirección del partido aseguran que Feijóo intercambia opiniones con miembros de la dirección del PP y con diferentes dirigentes territoriales para tomar su decisión. Según el PP, Sánchez había anunciado un acuerdo que no estaba cerrado.

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