Las cuentas del hijo mayor de los Pujol en Andorra recibieron ingresos en efectivo en todo tipo de divisas. Además de las antiguas pesetas y del euro, los depósitos se nutrieron de marcos alemanes, libras esterlinas, dólares y francos suizos, según se desprende del sumario del caso.
Según refleja el juez instructor José de la Mata en varias comisiones rogatorias remitidas a Andorra, en la causa se ha podido constatar que Jordi Pujol y su entonces mujer Mercé Gironés disponían en este país de varias cuentas corrientes que "presentan multitud de abonos en efectivo de origen desconocido que no pueden asimilarse a una actividad legal".
En algunos casos, estos ingresos se relacionan "con personas que han desarrollado una actividad empresarial entroncada con el sector público en Cataluña", dice el juez en uno de sus escritos fechado en 2015.
Así describe algunas de las imposiciones de efectivo hasta alcanzar un montante de 30 millones de euros. El magistrado detalla varios de los ingresos: 2,7 millones de pesetas; 10,3 millones de euros; 3,2 millones de dólares; y 2,1 millones de marcos.
Posteriormente los ingresos se traspasaban a cuentas de los otros seis hijos del expresidente de la Generalitat: Oleguer, Oriol, Pere, Josep, Mireia y Marta. En otro escrito de 2015, el magistrado detalla los movimiento de una de las cuentas, en la que, hasta su cierre en 2001 se ingresaron en 43 imposiciones una cifra total de 5,6 millones de euros.
Sin embargo, las investigaciones no han podido determinar si Pujol "se presentaba en la entidad" con metálico en otras divisas o si hacía el ingreso en pesetas o euros y pedía que se anotara la disponibilidad en otra moneda.
Las cifras de negocio del clan Pujol --extraídas tras analizar la información facilitada por las autoridades andorranas-- son "ciertamente escandalosas", describen los agentes en otro informe policial del año 2012.
En él aseguran que los datos recabados han permitido reconstruir numerosas operaciones que en determinados casos partían de ingresos en efectivo de "cuantías desproporcionadas". "Imposibles de asimilarse a relaciones económicas usuales", agregan.
En la documentación incorporada a la causa se compara el proceder de la familia Pujol Ferrusola en el extranjero con "las organizaciones criminales perfectamente asentadas", y gracias a las cuáles se permitiría blanquear capital "para financiar nuevas actividades ilícitas, siendo un claro ejemplo de ello los negocios desarrollados en Argentina y México".