"Una decisión dolorosa", así ha aumentado en las últimas horas la presión del PSOE para que Ábalos deje el escaño

El Partido Socialista ha tomado este lunes la decisión de pedir al diputado José Luis Ábalos que entregue su acta de diputado en 24 horas por la supuesta trama de comisiones ilegales que afecta a su exasesor Koldo García.

Han pasado cinco días desde que saltó el escándalo, el pasado miércoles, cuando el propio Ábalos se mostró sorprendido por las informaciones y se desvinculó de ellas. En estos días, "varias personas" del partido han hablado con Ábalos, según ha confirmado la portavoz de la formación, Esther Peña, sin concretar nombres.

La dirección del partido ha ido señalando la puerta de salida a Ábalos, con más insistencia en las últimas horas. El pasado miércoles, desde Rabat, Sánchez negó que cesara al entonces ministro por sospechar de las actividades de su asesor, actividades que negó conocer, y criticó “cualquier intento de enriquecimiento a través del cobro de comisiones en una tragedia” al tiempo que trasladó su “reprobación y absoluto reproche” a esas conductas.

Los primeros gestos del partido, nada más conocerse la noticia, fueron distintos a los que conocemos hoy, hasta el punto de que, el pasado miércoles, fuentes de la dirección consideraban prematuro exigirle que entregara el acta.

Pero en cuestión de horas, el pasado viernes, la vicepresidenta primera marcó en público el giro de criterio, cuando afirmó con elocuencia "Yo sé lo que yo haría" al respecto de si Ábalos debería dejar su escaño. También la ministra de Defensa afirmó que "cada uno tiene que saber lo que tiene que hacer en cada momento".

Justo el viernes el juez que instruye el caso en la Audiencia Nacional levantó el secreto de sumario. En él aparecen unas conversaciones en las que se hace alusión al actual presidente de la Comisión de Interior en el Congreso.

En el PSOE, aunque se remarcaba que no había "reproche penal" alguno, la preocupación era evidente ante el que puede ser el primer gran caso de corrupción del Gobierno de Pedro Sánchez, que llegó al poder mediante una moción de censura justificada por la necesidad de un gobierno "limpio".

Ante la amenaza al argumento socialista de "tolerancia cero" con la corrupción, y sin ninguna mención directa al caso, Pedro Sánchez trató este sábado de dejar claro con sus palabras que "la lucha contra la corrupción ha de ser implacable, venga de donde venga y caiga quien caiga", afirmó ante la Internacional Socialista.

Sánchez no fue tan claro, eso sí, como su número dos en su mensaje hacia el antiguo ministro, al que relevó en julio de 2021 por motivos que aún no han tenido explicación oficial, más allá de la “remodelación de gobierno” tras haber pasado una “etapa agotadora” como la pandemia, según fuentes de la dirección socialista.

El PP acorrala al PSOE en el Senado con una comisión

El PP ha elevado también su presión y ha apuntado directamente al presidente del Gobierno con la sospecha de que destituyó al ministro, que alcanzó altas cotas de poder en Ferraz y en Moncloa, por conocer este caso de corrupción.

Los populares tienen mayoría absoluta en el Senado. También se investigará en la comunidad autonómica de Baleares, donde Francina Armengol, actual presidenta del Congreso, contrató con Koldo García, y ahora el gobierno es del PP. Y se investigará en Canarias, cuyo presidente era el actual ministro Ángel Víctor Torres. La batalla no ha hecho más que empezar.

Ahora el PSOE exige a Ábalos que entregue su acta, un elemento que le garantiza protección como aforado. Según el secretario de Organización del PSPV-PSOE, José Muñoz, la decisión de la dirección federal es "dolorosa" pero "ejemplar" y se tiene que cumplir.

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