El exvicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, aseguró a la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela que nunca había participado ni promovido actos violentos en el proceso independentista, dado que es "creyente" y eso va "en contra" de sus principios. Según consta en las actas de las declaraciones del pasado 2 de noviembre del Govern cesado ante la juez Lamela, los exconsellers -con la excepción de Santi Vila- se negaron a contestar a la Fiscalía, aduciendo que habían carecido de tiempo para preparar su estrategia de defensa, y a preguntas de su defensa negaron haber propiciado actos de violencia.
Concretamente, el exvicepresidente y exconseller de Economía se desvinculó de la "preparación o promoción de actos violentos", alegando que ello "va en contra sus creencias", y se remitió a las certificaciones de la Administración General del Estado para demostrar que todos los gastos del Govern cesado habían "cumplido los preceptos legales".
En la misma línea declaró Carles Mundó, exconseller de Justicia, que aseguró que "personalmente" rechaza cualquier acto violento, "dadas sus convicciones y su forma de entender la política", y, a preguntas de su abogado, insistió en que mientras dirigió el Departamento nunca participó en ninguna "manifestación pública ante instituciones", agrega el acta judicial de su declaración.
Mundó también subrayó ante la magistrada que nunca había apoyado ninguna movilización "para impedir la realización de cualquier tipo de acto de las autoridades", una declaración en la línea de la que prestó el exconseller de Interior Joaquim Forn, quien negó que hubiera dado "consignas" a los Mossos d'Esquadra para "que no cumplieran los mandatos judiciales".
Por su parte, el exconseller de Empresa Santi Vila, que dimitió la víspera de que el Parlament votara la declaración de independencia y al que la juez dejó en libertad bajo fianza, fue el único que aceptó responder a todas las partes, incluida a la Fiscalía y la propia Carmen Lamela. A preguntas de la magistrada, Vila aseguró no saber de dónde "provenían" los fondos para el proceso independentista e insistió en que él había dado "orden expresa" de que no se invirtiera "ni un solo euro" del Departamento de Cultura -que dirigió hasta el pasado mes de julio- en el referéndum.
El exconseller de Empresa afirmó que cree que tampoco se utilizaron fondos del resto de consellerías para el proceso independentista, "porque así lo acordaron", y reveló que su "intuición es que las urnas y demás se compraron con donativos", aunque es incapaz de concretarlo porque no participó en ninguna reunión en que se tratara el tema de la financiación del referéndum. Vila explicó a la juez que nunca había llevado a cabo "ningún acto de apoyo a la celebración del referéndum" y que ha defendido "públicamente" que la consulta del 1-O "era un instrumento de movilización ciudadana", ya que su propósito era que el proceso se llevara a cabo "en el marco legal".
Según Santi Vila, antes de dimitir estuvo negociando con "diversos líderes de partidos políticos, siempre en el marco de la Constitución", unos contactos de los que, asegura, informó en todo momento al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. El exconseller relató que había abandonado el Govern "por la incapacidad de convencer a unas bases que ya tenían unas líneas muy marcadas y que no podían convencerles de disolver el Parlament y convocar elecciones".