Sesión del juicio por las agresiones en Alsasua

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CRITICA A LA ACUSACIÓN

El juicio por la agresión a dos guardias civiles en Alsasua queda visto para sentencia

Ahora toca decidir si lo sucedido se enmarca dentro de un delito de terrorismo, tal y como considera el fiscal del caso, que cree que "no fue una pelea de bar", sino una agresión "planificada y organizada única y exclusivamente con la finalidad terrorista de expulsar" a la Guardia Civil de Alsasua.

La presidenta del tribunal que ha juzgado a los ocho jóvenes acusados de agredir a dos guardias civiles y sus parejas en Alsasua en 2016, Concepción Espejel, ha dejado este viernes vista para sentencia la vista oral, que se ha prolongado durante más de dos semanas y un total de once sesiones.

La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional deberá tomar la decisión ahora de si la paliza que recibieron un teniente y un sargento de la Benemérita, junto con sus respectivas parejas, la noche del 15 de octubre de 2016 en el bar Koxka de la localidad navarra responde al tipo penal de lesiones y amenazas terroristas.

Y es que para el fiscal del caso, José Perals, durante el juicio ha quedado probado que lo ocurrido en Alsasua "no fue una pelea de bar", sino una agresión "planificada y organizada única y exclusivamente para agredir a dos guardias civiles y sus parejas con la finalidad terrorista de expulsar" a dicho cuerpo policial de la localidad, en línea con lo defendido por el movimiento Alde Hemendik (Fuera de aquí) y la campaña anual Ospa Eguna, los cuales son, a su juicio, herederos de la "estrategia" de la banda terrorista ETA.

Por los mencionados delitos que se imputan a los ocho acusados, Perals pide unas penas que oscilan entre los 12 años y medio y los 62 años y medio de prisión. En caso de que el tribunal no aprecie estos delitos al considerar que las lesiones no fueron graves, el fiscal propone condenas de entre 6 años y medio y 17 años y medio de cárcel por desórdenes públicos terroristas y atentado contra agentes de la autoridad, entre otros posibles delitos.

El juicio comenzó el pasado 16 de abril en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid) y se ha alargado durante once sesiones en el que la sala ha podido escuchar las versiones de los acusados, el testimonio de las víctimas así como declaraciones de testigos y peritos, para finalizar con los informes de las acusaciones -además del Ministerio Público, están personadas la Abogacía del Estado en nombre de los guardias civiles, las novias de éstos y las asociaciones Covite y AUG- y las defensas.

La defensa critica la "intolerable banalización" que se ha hecho del término terrorismo

La defensa de dos de los acusados por la agresión a dos guardias civiles en Alsasua (Navarra) ha criticado la "intolerable banalización" que se ha hecho del concepto de terrorismo al aplicarlo a los ocho presuntos agresores, para los que se han pedido penas "inusitadas" superiores a las de delitos como genocidio o rebelión.

"Aunque ETA haya anunciado su disolución y no debe olvidarse su actividad, una cosa es no olvidar el terrorismo y otra inventar un relato y forzar los tipos penales" y aplicar un "terrorismo inexistente", ha defendido en su alegato el abogado de Iñaki Abad y Aratx Urrizola, José Luis Galán.

Para Galán, en este caso las acusaciones "han forzado adjetivo terrorismo por motivos propagandísticos" o para "jugar en casa" y que se juzgara en la Audiencia Nacional.

El letrado ha alegado que "España sabe, por desgracia, lo que es terrorismo y lo que no es terrorismo" y en el juicio se ha aplicado un "derecho de excepción" con peticiones de penas de hasta 62 años de cárcel, "inusitadas en nuestros tribunales salvo que estemos hablando de supuestos en los que haya por medio muertos y balas".

Ha afirmado que las penas que se piden son superiores a las de delitos de genocidio, rebelión, secuestro y hasta homicidio y asesinato, "desproporción" que ha "provocado la especial alarma en la población y el especial interés en este procedimiento".

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