Dos jóvenes, una melillense de 19 años y una menor ceutí de 14, se han convertido en las primeras mujeres detenidas en España dispuestas a sumarse a la yihad, integradas en células terroristas del autodenominado Estado Islámico.
Las dos mujeres fueron detenidas el pasado sábado en el puesto fronterizo de Beni Enzar, el principal de los cuatro que existen entre Melilla y Marruecos. Según han informado fuentes policiales, cuando Fauzia Al-Lal, con domicilio en la Carretera de Hidum de Melilla, y su compañera, una ceutí de 14 años cuyos padres denunciaron hace días su desaparición, fueron interceptadas llevaban burka, el mismo atuendo que portaban en su traslado a Madrid para pasar a disposición de la Audiencia Nacional.
El Ministerio del Interior ha revelado que las dos jóvenes se encontraban en la fase de traslado a las zonas de conflicto, presumiblemente, Siria o Iraq, donde querían integrarse plenamente en células terroristas lideradas por Abu Bakr Al Baghdadi.
Uno de los objetivos principales de Al Baghdadi es captar el mayor número posible de combatientes extranjeros, y para ello utiliza varias estrategias como son el establecimiento de una red de captadores, con una dinámica de actuación rápida, controladora y fanática, según las fuentes. Esta organización dispondría de unas "elaboradas y eficaces redes de dimensiones internacionales" que solventarían todas las dificultades de los trámites de los combatientes en su viaje a las zonas de conflicto, facilitándoles todo tipo de infraestructuras.
Según Interior, las dos mujeres detenidas en esta operación policial son un claro ejemplo de estas intenciones, ya que su proceso de radicalización, su captación y su posterior envío como combatientes estaban perfectamente planificados y organizados por una red que opera en toda la zona del Magreb y que tiene como fin principal seguir obteniendo el mayor número de incondicionales combatientes.