En noviembre de 2011 la Fiscalía Anticorrupción apuntó a que tanto el Duque de Palma, Iñaki Urdangarín, como quien era su socio en el Instituto Nóos, Diego Torres, urdieron un entramado societario cuando ambos estaban al frente de esta entidad a fin de apoderarse de los fondos públicos y privados que recibía Nóos.
Desde ese momento el cruce de informaciones y versiones ha sido constante. En 2011 el juez José Castro citó como imputado a Diego Torres, después de que en el auto se refleja que el Duque de Palma y su exsocio Diego percibieron 5,8 millones de euros del Instituto Nóos, una cantidad obtenida por la entidad a través de los Gobiernos valenciano y balear.
Torres y su mujer Ana María Tejeiro fueron los primeros imputados llamados a declarar en el mes de febrero y se acogieron a su derecho a no hacerlo. Poco después los abogados de Torres denunciaron indefensión al no haberle notificado Castro los sumarios de la causa y a partir de entonces incorpora a la investigación correos electrónicos aportados por Diego Torres, en los que supuestamente el Duque de Palma menciona al Rey Juan Carlos, a la Infanta Cristina y a la Princesa Corina, amiga del Rey.
Desde entonces la táctica de defensa de Diego Torres se ha basado en presionar y advertir documentos y correos electrónicos más o menos comprometedores para el Duque de Palma. Su abogado, Manuel González, los llegó a denominar "bombas informativas".
Tras finalizar el plazo en el que ambos podían depositar una fianza civil que ascendió a 8,1 millones de euros, sin hacerlo, ha vuelto el turno de declaraciones, este sábado les toca a Torres y Tejeiro y el próximo al Duque de Palma. Este el momento en el que Torres podría hacer uso de esas supuestas informaciones que tiene en su poder.
