Diputados díscolos del PSOE han arremetido contra la gestora por las formas empleadas a la hora de tomar la decisión de retirar de las portavocías de las comisiones o de relegar de la dirección del grupo a los parlamentarios que votaron en contra de Mariano Rajoy.
Los diputados 'sanchistas' César Luena, Sofía Hernanz, Luz Martínez Seijo y Odon Elorza han afeado la actitud de Ferraz en la reunión del grupo socialista celebrada a puerta cerrada en el Congreso en presencia del portavoz de la gestora, Mario Jiménez, han informado distintas fuentes.
Los cuatro parlamentarios han puesto especial énfasis en censurar que la gestora adujera criterios de "capacidad", al margen de "confianza", para justificar el castigo de apartar de las portavocías a varios de los diputados desobedientes, como aseguró Jiménez el pasado día 17 al comunicar las sanciones.
Los díscolos han considerado "ofensivo" que se cuestione su valía cuando la decisión de la gestora ha respondido a "razones políticas" ante la división que hay en el partido tras la dimisión de Pedro Sánchezcomo secretario general.
"La reunión ha sido muy dura. Jiménez ha venido a hacer sangre ante la pasividad de la dirección del grupo, que está dejando que desde Andalucía, Susana Díaz destroce el grupo parlamentario", han advertido desde el sector 'sanchista'.
Jiménez ha replicado que la gestora nunca quiso poner en duda la capacidad de los diputados sancionados, pero ha reiterado que su desobediencia al mandato del Comité Federal de abstenerse ante Rajoy debía tener una respuesta por parte de Ferraz. El cruce de argumentos entre el portavoz de la gestora y Luena ha sido el momento más tenso de la reunión, que uno de los diputados presentes la ha calificado de "desagradable".
Jiménez, con "tono vehemente", ha echado en cara al que fue mano derecha de Sánchez su "desconocimiento de las normas del partido" a pesar de haber sido durante dos años secretario de Organización del PSOE, según las fuentes.
A favor de la postura de la gestora han intervenido Eduardo Madina, Soraya Rodríguez y Antonio Pradas, quienes han considerado justificados los castigos por el comportamiento de los díscolos.
La gestora apartó al PSC de la dirección del grupo, al desplazar a Meritxell Batet, y también retiró de ella a Hernanz, diputada por Baleares. Asimismo, acordó relevar de responsabilidades a otros diputados afines a Sánchez, como Susana Sumelzo, Zaida Cantera, Adriana Lastra, Rocío de Frutos y Pere Joan Pons.
La dirección del grupo socialista tiene aún pendiente decidir el castigo a los quince diputados que votaron en contra de Rajoy, que todo apunta a que podría concretarse en una multa que oscilaría entre 200 y 600 euros, como establece el reglamento interno.
El procedimiento contra los díscolos se inició el pasado 31 de octubre y una semana después, estos presentaron sus alegaciones en las que explicaban por qué rompían la disciplina de voto.