Los diputados del PSOE e independientes del Grupo Socialista que rompieron la disciplina de voto y dijeron 'no' a la investidura del líder del PP, Mariano Rajoy, han respondido al procedimiento abierto por la dirección defendiendo que votaron en contra "por razones de conciencia" y defienden que en su posición les asiste el artículo 67.2 de la Constitución, que estipula que los miembros de las Cortes Generales no están ligados por mandato imperativo.
Después de que los siete diputados del PSC que se desmarcaron del Grupo en la investidura dieran sus explicaciones el mismo día en que se inició el procedimiento sancionador, los otros ocho parlamentarios del Grupo Socialista que no se abstuvieron han presentado este lunes sus alegaciones, en sendos escritos que fundamentan en seis puntos.
En sus respuestas al presidente del Comité de Disciplina, el conquense Luis Sahuquillo, los diputados insisten en que consideran que en esta votación "excepcional" el Grupo debería haber permitido la libertad de voto por razones de conciencia que contempla el reglamento interno y defienden que mantuvieron su 'no' por el compromiso adquirido en dos campañas electorales.
"Mi voto fue un ejercicio de responsabilidad y coherencia"
"Mi voto fue un ejercicio de responsabilidad y coherencia", defienden los diputados 'díscolos', que sostienen que su decisión "no ha causado "ningún daño al PSOE", ni tampoco "un ataque a su programa y valores". Además, dejan clara su voluntad de "continuar trabajando en el seno del Grupo Parlamentario Socialista, en las responsabilidades y comisiones" que se les hayan asignado.
Los firmantes son las dos diputadas independientes Zaida Cantera y Margarita Robles -fichadas por el ex secretario general de Pedro Sánchez para las listas del PSOE-, los baleares Sofía Hernanz y Pere Joan Pons, la aragonesa Susana Sumelzo, el vasco Odón Elorza, la gallega Rocío de Frutos y la castellano-leonesa María Luz Martínez Seijo.
Todos se enfrentan a una multa de hasta 600 euros, una decisión que tomará la dirección del Grupo Socialista, una vez oídas sus alegaciones. Después de que el Comité Federal del 23 de octubre decidiera pasar del 'no' a la abstención, Ferraz defendió que todos los diputados debían respetar la disciplina y votar juntos.
Los diputados comienzan su escrito poniendo por delante su respeto a la conciencia de sus compañeros que votaron abstención en la investidura y recalcan que creen que, en esta situación "tan difícil para la organización y tan dolorosa para los socialistas", todo el Grupo comparten "los mismos principios y valores fundamentales en la lucha por la igualdad, la justicia y la solidaridad".