La XXII Cumbre Iberoamericana, que tiene como tema central renovar las relaciones en el marco del bicentenario de la constitución de Cádiz, ha sido inaugurada con la asistencia de jefes de Estado y de Gobierno de América Latina, Portugal, España y Andorra.
El acto inaugural, presidido por el rey de España, se celebra en el Gran Teatro Falla poco después de que los mandatarios visitarán el Oratorio de San Felipe Neri, donde el 19 de marzo de 1812 se proclamó la primera constitución liberal de España, conocida como "La Pepa".
La Cumbre Iberoamericana fue inaugurada con un llamado a que España y Portugal aprovechen la bonanza económica que vive Latinoamérica para estimular su crecimiento al conmemorarse el bicentenario de la constitución liberal de Cádiz.
Mensaje del presidente del Gobierno
Mariano Rajoy ha señanado que "España y Europa" pueden extraer muchas lecciones de la conocida como "década pérdida" en América Latina, la sucesión de crisis económicas que la región padeció a lo largo de los 80.
En su discurso en la inauguración de la Cumbre, Rajoy ha destacado cómo el subcontinente supo transformar esa "vieja década perdida en la actual década de prosperidad". Un "éxito" que fue el resultado de "la determinación, el esfuerzo, la paciencia, y la combinación de la austeridad con políticas propias de crecimiento y de cohesión social", ha afirmado.
A pesar de la crisis de deudas soberanas que atraviesa la 'eurozona', Rajoy ha remarcado que Europa es hoy "una oportunidad para América Latina", pues sigue representando "la mayor área de prosperidad del mundo" y España, "la plataforma más cercana para acceder a ella".
Mensaje del rey
El rey ha considerado que "Iberoamérica está en alza" y que aunque persisten las desigualdades hay una clase media pujante que lucha por encontrar su sitio en esta nueva sociedad.
Para el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, los cambios en las relaciones internacionales, la crisis económica de los países desarrollados y en especial los de la Unión Europea y EEUU y la bonanza latinoamericana caracterizan el momento en que tiene lugar esta cita.
La cumbre de Cádiz se celebra en un momento en que España y Portugal atraviesan una aguda crisis económica con "profundas repercusiones sociales" mientras que los países americanos atraviesan una década de bonanza reflejada en altas tasas de crecimiento y fuerte caída de la pobreza, ha destacado Iglesias.
"En este mundo interdependiente tenemos que estar preparados para hacernos oír con una sola voz, una voz que sea reconocible por todos y que nos permita hacer valer el peso que nuestra Comunidad debe tener", ha subrayado Don Juan Carlos.
"Necesitamos más Iberoamérica", ha manifestado de manera rotunda el jefe del Estado, que ha animado al resto de sus colegas de la región a concertarse y conocerse "más y mejor", y a "seguir explorando y poniendo en práctica nuevas formas de trabajo conjunto, profundizando" en la cooperación y "escuchando" a los ciudadanos.
En su discurso, el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias ha destacado que como hace 200 años la comunidad iberoamericana se reúne con la convicción de que el mundo está cambiando y reclama "liderazgos para sentar las bases de un nuevo orden internacional".
Ausencias de Argentina, Uruguay, Venezuela, Cuba, Paraguay y Guatemala
En opinión de Iglesias, los cambios en las relaciones internacionales, la crisis económica de los países desarrollados y en especial los de la Unión Europea y EEUU y la bonanza latinoamericana caracterizan el momento en que tiene lugar esta cita.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha iniciado su intervención enviando sus condolencias a las víctimas del reciente terremoto en Guatemala y ha dado la bienvenida a los mandatarios iberoamericanos.
Rajoy destacó que no es la primera vez que "hispanos de ambos hemisferios se reúnen en Cádiz" y señaló que la constitución de 1812 fue la primera carta del Atlántico en la que juntos inscribimos el común deseo de libertad. El presidente del Gobierno español resaltó que hoy hay más cohesión, más estabilidad, más paz y más "relación entre nosotros" y consideró que "ha nacido una nueva América Latina".
A la ceremonia asistieron 15 jefes de Estado y Gobierno que participan en la Cumbre de Cádiz, así como la reina y los príncipes de Asturias, y cancilleres de toda la comunidad iberoamericana.
En la cita también participan invitados especiales como el presidente de Haití, Michel Martelly, el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Saadedín al Otmani, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, entre otros.
A la cumbre de Cádiz no asisten siete jefes de Estado. A las ausencias anunciadas de los presidentes de Argentina, Uruguay, Venezuela, Cuba, Paraguay y Guatemala se sumó hoy "por razones de fuerza mayor" la del nicaragüense, Daniel Ortega.
Los cancilleres han dado el último repaso a la Declaración de Cádiz y al Programa de Acción que aglutinan los temas y decisiones de esta cita, que tiene un marcado acento contenido económico, y que serán aprobados por los Jefes de Estado y de Gobierno mañana, sábado.
La Declaración se centra en seis ejes, entre los que destaca el desarrollo de infraestructuras, la promoción de las micro, pequeñas y medianas empresas, y de políticas de crecimiento y generación de empleo.