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Ley Trans

El borrador de la ley Trans de Irene Montero vuelve a abrir discrepancias entre PSOE y Unidas Podemos

El borrador de la ley Trans, que se ha filtrado y en el que se eliminaría la necesidad de un infirme médico para poder solicitar el cambio de sexo en el Registro Civil, ha abierto una nueva brecha entre PSOE y Unidas Podemos en el seno del Gobierno.

El borrador del texto de la denominada como ley Trans, elaborado por el Ministerio de Igualdad de Irene Montero, recoge que como único requisito para el cambio de sexo en el Registro Civil la "declaración expresa" de la persona solicitante.

En concreto, la persona que quisiera cambiar de sexo sólo debería cumplir dos requisitos: ser mayor de 16 años y realizar una declaración expresa por parte de la persona que lo solicita. De esta forma, se eliminaría a la despatologización de la transexualidad, es decir, la necesidad de pruebas médicas o psicológicas, como hasta ahora.

El Ministerio de Igualdad, a cuyo frente se encuentra Irene Montero, está negociando esta norma, con la vicepresidenta primera de Gobierno, Carmen Calvo, que habría informado de sus discrepancias respecto a algunos de los puntos del borrador de Igualdad sobre la Ley Trans.

Y es que, a pocos días de que la Ley Trans pueda obtener la luz verde del Consejo de Ministros, el borrador de la norma recoge algunos temas -despatologización de las transexualidad o autodeterminación de género- que han provocado desavenencias entre Unidas Podemos y PSOE.

El texto mantiene en su artículo 5 el derecho a la identidad de género libremente manifestada. El equipo de Irene Montero defiende así que toda persona posee derecho "al reconocimiento de su identidad de género libremente manifestada" sin límite "por razón de edad, sexo, origen racial o étnico, nacionalidad, religión, orientación sexual, expresión de género, características sexuales, discapacidad, enfermedad, estado serológico, lengua, clase social, migración, situación administrativa o de cualquier otra condición personal".

Esta denominación es la que ha causado discrepancias entre el Ministerio de Igualdad y el PSOE, partido que defiende que el sexo es un hecho biológico insoslayable que determina las condiciones de las mujeres, mientras que el género es una construcción social.