La consellería de Educación de la Comunidad Valenciana ha decidido remitir una carta a todos los directores de los centros escolares públicos con motivo del pin parental solicitando que la dirección del centro no se pronucie "por escrito" cuando les lleguen solicitudes de familias que piden información previa sobre las actividades realizadas en los centros.
La carta arranca de la siguiente manera: "En relación con la posibilidad que en los centros docentes públicos se reciban escritos de representantes de las familias del alumnado mediante los que soliciten información previa a fin de prestar su consentimiento a la formación en determinadas materias si estas entran en contradicción con las creencias o ideas de madres y padres ("PIN PARENTAL") hay que señalar que la mencionada propuesta vulnera el derecho fundamental de los niños y niñas a ser educados, además de vulnerar tratados internacionales firmados por el Estado español como la Declaración Universal de los derechos humanos o la convención de derechos del niño".
La carta firmada por el secretario autonómico de Educación, Miquel Soler, a su vez, argumenta que "el derecho de las familias a decidir sobre la educación religiosa y moral de sus hijos e hijas no puede, en ningún caso, desvirtuar el deber del Estado de garantizar una educación en el respeto a los principios democráticos de convivencia".
Por todo ello, Soler, en este carta en la que se hace alusión directa al "pin parental", insta a los centros escolares públicos a que remitan la petición a la dirección territorial de Educación correspondiente pero que no se pronuncien "por escrito".
Vox habla de "caza de brujas"
Con motivo de la vista de Rocío Monasterio a la Comunidad Valenciana, la presidenta de Vox en Castellón, Llanos Masó ha comparecido junto a Monasterio y la portavoz de Vox en el parlamento valenciano, Paz Vega.
Masó ha calificado a la carta de curiosa porque se trata de "una carta preventiva del pin parental de Vox cuando ni siquiera todavía está aprobado en la Comunidad Valenciana". Además de ello, Masó defiende que la misiva es un "cúmulo de despropósitos, de mentiras y de manipulaciones. Hablan de que nuestra medida del pin parental va contra los derechos de los niños y de tratados internacionales firmados por España. Eso es absolutamente falso".
Además, Masó ha calificado la actitud de la consellería de educación "al más puro estilo dictatorial, al más puro estilo de las dictaduras comunistas".
A lo que ha añadido: "Se atreve a decir que cuando algún padre pretenda en el centro escolar presentar algún escrito para decidir si su hijo asiste o no asiste a alguna charla o taller le recomienda al centro, le recomienda al equipo directivo que no dé respuesta a los padres, que se traslade directamente a la dirección territorial. Con lo cual, a ese señalamiento que supone para muchas familias el tener que decir que su hijo no va asistir lo sumamos a una caza de brujas de la que directamente se va a hacer cargo la dirección territorial de educación".