El Rey ha comenzado el discurso expresando "su respeto y reconocimiento a las cortes generales". Ha ratificado, al inicio de su discurso, el compromiso de la Corona con los ciudadanos, con la democracia y con España. "La presencia del Rey en el parlamento es la expresión del vínculo entre el presidente del Gobierno y el Jefe del Estado", señala.
Felipe VI ha subrayado que quería expresamente hacer la ratificación de esos tres compromisos contraídos en el discurso de proclamación pronunciado hace dos años y cinco meses.
Su compromiso "con los ciudadanos, la corona tiene su razón de ser en el servicio a todos los españoles y en el ejercicio de sus funciones constitucionales". Su compromiso con la "democracia, con los valores de la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político". Y, por último, "su compromiso con España, una gran nación de la que el Rey es símbolo de su unidad y permanencia".
Ha valorado la "responsabilidad" y "generosidad" que ha permitido después de un año de "inquietud", "desencanto" y "distanciamiento" de los ciudadanos con la vida pública por la falta de Gobierno, que España cuente con un nuevo Ejecutivo elegido por el Congreso.
"El Rey es símbolo de la unidad y permanencia de España"
"Creo que es muy importante subrayar que la crisis de gobernabilidad se ha resuelto, finalmente, con diálogo, responsabilidad y también generosidad", ha destacado en su discurso ante las Cortes. Ha aprovechado además para "dar la enhorabuena a los diputados y senadores por el honor de representar al pueblo español" y ha felicitado a "Mariano Rajoy por haber obtenido la confianza del congreso" y le ha deseado "muchos éxitos en el ejercicio de su responsabilidad".
El Rey ha pedido a los parlamentarios reunidos el "diálogo y entendimiento" exigible a "cualquier régimen de libertades", un diálogo que, ha advertido, "debe ser sincero y leal" e impulsado por el "espíritu fraternal entre todos los españoles".
Varias han sido las referencias de Felipe VI al diálogo en su alocución en el Congreso, donde ha apuntado que "nuestro pluralismo político requiere de un diálogo permanente y un debate siempre constructivo", el cual reclama que "la generosidad, el respeto y el entendimiento sean valores permanentes en la vida pública".
"La crisis de gobernabilidad se ha resuelto con generosidad"
También ha subrayado que esta actitud demanda "la voluntad y la capacidad de llegar a acuerdos, de lograr la mayor concertación en las cuestiones básicas" y necesita "el compromiso de todos con el interés general para resolver los problemas de los ciudadanos".
El Jefe del Estado ha señalado que "España no puede negarse a sí misma tal y como es" y no puede "renunciar a su propio ser" como tampoco al "patrimonio común construido por todos y desde el que debemos seguir edificando un futuro compartido".
Sin referirse explícitamente a la situación en Cataluña, ha defendido el respeto y observancia de la ley y de las decisiones de los tribunales porque constituyen una garantía esencial de la democracia. En un Estado de derecho, ha proseguido, "la primacía de la ley elimina la arbitrariedad de los poderes públicos y asegura el ejercicio de derechos y libertades de los ciudadanos".
El Rey ha pedido que la corrupción, "que ha indignado a la opinión pública en todo nuestro país" siga siendo combatida "con firmeza" para que llegue a ser "un triste recuerdo de una lacra que hemos de vencer y superar".
"La corrupción ha indignado a la opinión pública en nuestro país"
"La regeneración moral de la vida pública es una cuestión de principios, de voluntad y decisión; es también una cuestión de orden en el funcionamiento de nuestro Estado de Derecho, y antecedente necesario para poder recuperar la confianza de los ciudadanos", ha remarcado.
El monarca ha considerado que los valores éticos "deben inspirar nuestra vida pública" y asentar también "referencias cívicas" en nuestro comportamiento social. En la consecución de ese objetivo, Felipe VI ha reconocido públicamente el trabajo que desarrollan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y la permanente acción de la Justicia.
"Vivimos tiempos de grandes incertidumbres pero son tiempos nuevos cuyos desafíos ofrecen oportunidades", ha asegurado el monarca, que apunta que ante esto "podemos optar por el aislamiento y el pesimismo", o por "lo que sí nos ha hecho grandes como nación: el espíritu de superación y el ánimo constructivo"
Felipe VI ha finalizado su discurso dirigiéndose a todos los diputados y senadores que se encontraban en el hemiciclo, señalando que "son la voz de nuestro pueblo y de su tarea depende el futuro de millones de personas". "España y los españoles nos lo piden", apunta.