El Rey, Felipe VI, ha asegurado que España es un Estado de derecho "pleno y moderno" y que el respeto al marco legal ha de ser "insignia, emblema y distintivo" de la democracia al tratarse de un elemento "esencial de la convivencia como pueblo".
El jefe del Estado ha recordado que el modelo que emana de la Constitución establece "el sometimiento de los poderes públicos a la ley y el rechazo de la arbitrariedad y la discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo o religión".
"Indispensable un sistema judicial independiente fruto de la separación de poderes"
Un sistema que comporta, según don Felipe, "elevadas exigencias", como la protección de la libertad de pensamiento y derechos como el de expresión, además de "un respeto efectivo al imperio de la ley".
"El Estado de derecho no puede ser para nosotros algo rutinario, neutro y mecánico. Tampoco ajeno a los valores, ni insensible ante las necesidades sociales", ha reflexionado. Para su buen funcionamiento, el monarca ha estimado "indispensable un sistema judicial independiente fruto de la separación de poderes". Estos poderes "conviven y actúan sin interferencias, respetando la órbita de los demás", ha completado Felipe VI, quien ha destacado la conveniencia de transmitir a los ciudadanos los valores de la justicia desde la enseñanza primaria hasta la Universidad.
Premio Pelayo para juristas
El rey ha presidido la entrega de la XXVI edición del Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio, que ha recaído en el exministro socialista Tomás de la Quadra-Salcedo por su dilatada trayectoria jurídica y su aportación a la sociedad española.
Del galardonado, Felipe VI ha destacado su vocación de servicio al Estado, su compromiso social en la promoción de los poderes públicos y su defensa de la Constitución, además de recordar su amplia carrera como político y jurista.
De la Quadra-Salcedo, de 74 años, fue ministro de Administración Territorial (1982-1985) y de Justicia (1991-1993) con Felipe González y, entre medias, ocupó la presidencia del Consejo de Estado.
El catedrático de Derecho Administrativo ha hecho un alegato de la democracia representativa frente a la asamblearia, de la que ha dicho que "tiende a la demagogia y el populismo al radicalizar y polarizar la sociedad imposibilitando la búsqueda de acuerdos". "El populismo es una estrategia que, empleando la demagogia, divide a la sociedad", ha alertado el exministro socialista.
Desde 1995, han sido distinguidos con el premio Pelayo figuras como Antonio Garrigues Walker, Fernando Ledesma, Gregorio Peces-Barba, Francisco Rubio Llorente, Emilia Casas o Landelino Lavilla, muy presente en el acto tras su fallecimiento el pasado mes de abril.
El acto ha tenido lugar en el Palacio de Cibeles de Madrid con la asistencia del ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y los de numerosas instituciones públicas, como el del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, y el del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes.