El destino de la legislatura se juega en las elecciones catalanas: resultados y pactos en clave nacional

Los catalanes volvían hoy a las urnas para elegir a un nuevo presidente de la Generalitat sin ninguna mayoría clara y con el miedo a un nuevo bloqueo total. Los ciudadanos han tenido que responder con su voto a los siete u ocho partidos con opciones de obtener representación. La cuestión a la que se enfrentaban era si desean corregir el rumbo y regresar a la estabilidad o decidían seguir la senda de la inestabilidad política, derivada del proceso independentista.

Salvador Illa es el favorito para liderar este cambio. Con casi el 100% escrutado, los socialistas obtienen 42 escaños, seguidos de un Junts al alza, que obtiene 35 representantes, mientras que el PP escala del último al cuarto puesto y, con 15 diputados, supera a Vox, que retiene los 11 que tenía.

ERC, que con Pere Aragonès ha liderado la Generalitat la última legislatura, confirma su desplome, al perder 13 diputados, y se queda con 20 representantes en el Parlament, donde el independentismo no logra reeditar su mayoría absoluta.

Según estos datos, todas las encuestas de estas semanas que daban por ganador al PSC no se equivocaban. El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas del Gobierno (CIS) daba a los socialistas entre el entre el 29,8 y el 33,2% de los votos. Los de Carles Puigdemont lograban entre el 15,4 y el 18,1% de estimación de voto y muy cerca situaban a ERC, con entre el 15,2 y el 17,9% de los votos.

Por su parte, en la encuesta realizada por NC REPORT para 'La Razón', el PSC también era el claro vencedor con el 28,4% de los sufragios y entre 39 y 40 representantes; Junts le seguía con el 20,8% de los votos y entre 34 y 35 escaños y ERC, en el tercer puesto, con el 17% y entre 24 y 25 parlamentarios.

El sondeo de 40dB para 'El País' también daba como ganador al PSC, que obtenía entre 39 y 43 escaños; Junts le seguía con el 36% y entre 34 y 37 representantes; ERC, con el 26%, entre 24 y 26; PP entre 12 y 15, con el 13% y Vox, también quinta fuerza con entre 8 y 12, con el 10%.

Illa quiere ser presidente

Illa, que ha repetido durante la campaña el mantra de "abrir un tiempo nuevo tras una década perdida con el independentismo", ya había avanzado en esta campaña que, si ganaba, iba a ir a una sesión de investidura.

De esta forma, la posibilidad de un tripartito de izquierda es muy viable en términos numéricos: PSC, ERC y Comuns Sumar superan cómodamente la mayoría absoluta de 68 escaños. Sin embargo, los socialistas se enfrentan a dificultades debido a la exigencia de ERC de incluir un referéndum como condición para apoyarles.

Además, Salvador Illa descarta cualquier posibilidad de acuerdo con la ultraderecha de Vox y la facción independentista de Aliança Catalana. También reconoce que un pacto con Junts es altamente improbable debido a que considera a Puigdemont un obstáculo insalvable.

Estos son los resultados en las elecciones de Cataluña:

Cataluña decide su rumbo y marca el compás político de España

La trascendencia de las urnas catalanas no solo se limita al ámbito regional, sino que proyecta su influencia a nivel nacional. Esto se evidencia en el hecho de que la caída de los presupuestos catalanes provocó un adelanto electoral inmediato y la renuncia del Gobierno a presentar los Presupuestos Generales del Estado.

El resultado de estas elecciones desencadenará una nueva dinámica en el tablero político nacional con posiciones renovadas. La diferencia entre un gobierno liderado por Illa o por Puigdemont impacta en el devenir de la legislatura de Pedro Sánchez.

Junts y ERC forman parte del bloque parlamentario del Congreso que permitió la investidura de Sánchez. Ambos partidos han condicionado el mantenimiento de este apoyo a los pactos acordados con ambas formaciones, siendo la amnistía el tema central de estas negociaciones. El último mitin de Puigdemont fue una clara advertencia: "Señores de Madrid, prepárense que venimos".

A nivel nacional, un triunfo del PSC es interpretado como un respaldo a las políticas socialistas de distensión y diálogo. La continuidad de Sánchez parece depender de los resultados en Cataluña.

Con Podemos ausente en Cataluña, Yolanda Díaz evalúa la relevancia de su proyecto tras fracasar en dos citas electorales anteriores.

La posibilidad de nuevas elecciones en Cataluña sigue latente ante un escenario de complicados pactos, mientras España se prepara para las elecciones europeas del 9 de junio, donde la batalla entre PSOE y PP promete ser encarnizada, con Sánchez liderando una ofensiva contra la ultraderecha y Feijóo promoviendo una campaña en contra de la amnistía y la corrupción. España sigue inmersa en la campaña electoral.

Repasa los posibles pactos para saber quién tiene más opciones de presidir el Parlament los próximos cuatro años:

El independentismo lucha por el poder

Con la victoria del PSC, por primera vez desde 2010, Cataluña podría tener un presidente de la Generalitat que no fuera independentista. Esta comunidad solo ha conocido dos etapas de gobiernos socialistas, entre 2003 y 2010, con dos legislaturas comandadas por Pasqual Maragall, primero, y José Montilla, con tripartitos junto a ERC e ICV.

Ambas agrupaciones políticas se han enfrascado en un combate directo durante la campaña electoral, disputándose el relato sobre quién ejerce una mayor presión sobre el Gobierno central, quién es responsable de forzar al Ejecutivo a considerar la amnistía y quién defiende con más vigor la causa independentista. Junts critica a ERC por "rendirse" ante Pedro Sánchez, mientras que estos últimos responden con ironía: "Bienvenidos a la negociación".

Pugna entre el PP y Vox

Las cosas no están más tranquilas en la derecha. Vox estaba hasta el momento liderando el espacio de la derecha catalana no nacionalista, contando con 11 diputados en el Parlament, mientras que el PP apenas contaba con tres escaños.

El PP, con Alejandro Fernández como candidato, buscaba en estas elecciones recuperar la influencia perdida en Cataluña, tras tocar fondo electoralmente en 2021. Mientras Ciudadanos, que incluso ganó las elecciones en 2017, absorbió virtualmente todo el espacio del PP, buscaba no quedarse fuera del Parlament, algo que no ha conseguido.

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