La patronal Pimec ha cifrado en 230 millones de euros el coste adicional que tendrá celebrar la próximas elecciones autonómicas en Cataluña el 21 de diciembre, por tratarse de un día laborable en lugar de un festivo.
En un comunicado, la patronal de las pequeñas y medianas empresas ha lamentado la decisión de situar un día laborable como jornada electoral por el impacto que tendrá en el tejido económico catalán y pese a entender la "celeridad" que requería el contexto político.
Pimec ha advertido asimismo de "las dificultades" que encontrarán las pymes el 21D, ya que "tienen menos recursos y una plantilla más pequeña" para hacer frente a este impacto. Para reducir los efectos negativos, recomienda a las empresas que establezcan turnos para gestionar de la mejor manera posible las ausencias de sus trabajadores para ir a votar.
Pimec ha calculado el efecto en la economía cuantificando el valor de la actividad que dejarán de hacer los electores y los miembros de las mesas y los interventores, y teniendo en cuenta el PIB medio por hora trabajada (36,35 euros), el censo electoral sin residentes extranjeros y la tasa de ocupación en Cataluña.
En el caso de los votantes, se ha estimado que la participación electoral será de alrededor de un 77,44 %, similar a la de 2015, y que la media de tiempo para votar será de tres horas en el caso de los asalariados y de una hora para los ocupados por cuenta propia.
Así, el impacto que dejarán los electores sube hasta los 217,2 millones de euros, mientras que el valor de la actividad que dejarán de producir el presidente y los dos vocales de las mesas y los interventores se elevará a 12,9 millones de euros.