El candidato de Catalunya en Comú-Podem (CatECP), Xavier Domènech, ha asegurado en Terrassa que el 21-D "no va de decidir entre dos bloques, entre Inés Arrimadas y Carles Puigdemont, dos bloques en los que siempre está la derecha" En un mitin ante unas 250 personas en la sala Jazz Cava, Domènech ha señalado que "el bloque de Arrimadas ataca la escuela pública, apuesta por más privatizaciones, por mayor precariedad, defiende el repago de la sanidad, y además Ciudadanos se alimenta de la confrontación y no solucionará nada".
En el otro bloque, liderado por el presidente de la Generalitat cesado, Carles Puigdemont, se encuentra "una coalición entre el PDeCAT y Convergència, que contaría con el apoyo de una ERC que parece que nunca quiere hacerse grande, siempre subordinada a la derecha catalana", y ese segundo bloque, ha añadido, "parece que quiere seguir con una hoja de ruta que no nos ha llevado a ningún sitio".
El candidato de los comunes ha preguntado a los partidos independentistas qué proponen para después del 21-D porque "la hoja de ruta se ha acabado, pues lo único que pasó fue un fin de semana en el que no sucedió nada y luego vino la intervención de la autonomía por el PP".
Con estas pregunta, Domènech ha reaccionado a las declaraciones de Puigdemont, quien interpelaba a ERC que "no restituir el Govern anterior quiere decir avalar el 155". Terrassa, ha recordado el candidato e historiador, es "la ciudad del jazz, pero también una de las ciudades líderes del cambio en Cataluña y en España, y ya lo fue en el franquismo cuando aquí se hicieron la huelga de las bicicletas en 1956 o la manifestación de las piedras (1967), que valió a la ciudad el sobrenombre de 'Terrassa la Roja'".
Ha tenido palabras de agradecimiento al anterior alcalde, el socialista Jordi Ballart, que dimitió, ha dicho, porque "le hicieron la vida imposible en su propio partido cuando quiso tirar adelante la municipalización del agua para acabar con el modelo neoliberal, y también porque el PSC apoyó la aplicación del artículo 155". Domènech ha mostrado su apoyo a Ballart por haber apostado por "la dignidad del socialismo" en un momento en el que "el socialismo ha apostado más por Unió Democràtica que por sus alcaldes".
Frente a lo que considera "ausencia de propuestas" de los dos bloques, ha subrayado que propone una hacienda propia que proteja los derechos sociales, una fiscalidad progresiva, revertir los recortes de 2.300 millones del Govern Artur Mas, "causantes de las listas de espera en la sanidad o del cierre de ambulatorios", y la creación de una consellería de Igualdad para "hacer frente a la violencia machista".
Domènech ha recurrido a unas palabras del diputado de ERC Joan Tardà que decía "maldita patria, por catalana que sea, que excluya a sus hijos e hijas", frase a la que ha añadido: "la excluye cuando esos partidos que se dicen de izquierda y progresista apoyan los recortes y no acaban con los barracones que no saben que existen" y además "dices que estás dispuesto a mantener en el poder a Convergència".
El número 1 de la lista de los comunes ha cerrado su discurso con un mensaje fraternal con el resto de pueblos de España: "Cataluña ha avanzado cuando hemos hecho de esta suma diversa la grandeza de nuestro pueblo", y ha puesto como ejemplo cuando en 1919 la huelga de La Canadiense en Barcelona consiguió que se implantara en toda España la jornada laboral de ocho horas.
Domènech, nuevamente enfundado en el traje de historiador, ha explicado que la libertad, amnistía y estatuto de autonomía que propagó la Assemblea de Catalunya en los años 70 tenía "un cuarto punto programático a menudo olvidado: "Coordinar todas las luchas con las organizaciones democráticas de otros pueblos del Estado español". En el mismo acto, la número 4 de CatECP por Barcelona, Marta Ribas, número 4, se ha dirigido a militantes y dirigentes socialistas que han roto el carné, para que "si quieren mantener sus valores no hace falta que se tapen la nariz el 21-D, ya que pueden votar a CatECP".