El expresidente de la ANC y 'número 2' de JuntsxCat para las elecciones catalanas, Jordi Sànchez, ha sido trasladado de módulo en la cárcel madrileña de Soto del Real este sábado por difundirse un mensaje suyo grabado para un mitin del pasado viernes. Según ha explicado su abogado, Jordi Pina, no ha hecho nada en contra del reglamento penitenciarlo, y castigarlo por eso es "una arbitrariedad total" que estudiará presentar una queja, mientras que el propio Sànchez ya le ha manifestado este sábado su voluntad de quejarse.
El letrado equipara este mensaje de audio a cualquier otro mensaje del resto de dirigentes independentistas que se ha leído estos días en actos públicos, aunque el soporte en que se emitió sea diferente, y además ha recordado que ERC ha emitido este sábado en un mitin otro mensaje de audio del también encarcelado Oriol Junqueras. Pina ha dicho que el viernes "le hicieron un registro personal en la celda buscando un móvil, que no tenía" porque él no grabó el mensaje, sino que Sànchez había transmitido a una persona por teléfono un texto para el mitin, que esa persona grabó en vez de transcribir.
Ha reiterado que su defendido tiene "libertad para comunicarse con el exterior", por lo que ha tachado de vergüenza y castigo en toda regla que le hayan trasladado, del módulo 1 al 8. "Para un interno, después de dos meses en la cárcel es volver a empezar" porque rompe la rutina que había consolidado, y equivale a entrar de nuevo en una prisión.
El mensaje de Sànchez para el mitin central de JuntsxCat era su primera aparición en campaña y pedía, entre otras cosas, votar a la candidatura de Carles Puigdemont para derrotar lo que representa el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y sus "tontos útiles", en referencia al cabeza de lista del PP, Xavier García Albiol, la de Cs, Inés Arrimadas, y el del PSC, Miquel Iceta.
Esta es la segunda vez que le sancionan, después de que le impusieran 30 días sin salir al patio del módulo al descubrirse cartas entre su ropa, como ha explicado Pina. Ha alegado que su cliente no sabía el reglamento y envió cartas a su familia en un paquete de ropa en vez de por correo, pero no escondiéndolas a propósito, sino dejándolas visibles: "La sanción por eso es de 3 a 30 días sin salir al patio: casualmente, le impusieron 30", ha reprochado irónicamente.
