España aportará 36 millones de euros para el desarrollo de los territorios palestinos, la mitad de los cuales irá a la franja de Gaza, dijo hoy el secretario de Estado español de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Jesús Gracia.
La otra mitad de esa cantidad se destinará a Cisjordania, señaló Gracia en declaraciones a periodistas en El Cairo, al tiempo que recordó que se ha incluido un millón de euros recientemente asignado en concepto de ayuda humanitaria.
El secretario de Estado destacó que esos fondos se destinarán entre 2014 y 2017 a ayuda humanitaria a través de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) y a otros ámbitos como la reconstrucción de las capacidades económicas, el desarrollo agrícola o la igualdad de género.
Gracia apuntó que la conferencia internacional para la reconstrucción de Gaza, celebrada en El Cairo y en la que participa España junto a más de setenta países y organizaciones internacionales, no es solo una cuestión de cifras.
"Es también una cuestión de voluntad política para lograr una solución de manera duradera", de manera que no se vuelva a repetir el conflicto y la Franja se vea nuevamente devastada. En ese sentido, reconoció cierto "cansancio" de los contribuyentes a la reconstrucción de Gaza y recalcó la necesidad de "profundizar en los esfuerzos de negociación" hacia una solución "satisfactoria para las dos partes", en alusión a israelíes y palestinos.
Gracia aseguró que el Gobierno de reconciliación palestino es "imprescindible para que el proceso sea eficaz y duradero", al igual que un acuerdo entre las dos partes que permita un Estado palestino "fruto de la negociación". El responsable español subrayó la necesidad de que haya una "estabilidad política y una viabilidad económica" para que la reconstrucción de Gaza salga adelante. Las autoridades palestinas esperan recaudar 4.000 millones de dólares para rehabilitar la franja, así como para reforzar las capacidades del nuevo Gobierno palestino y mejorar los mecanismos de Naciones Unidas para importar y exportar bienes y alimentos en esa zona.
Esta iniciativa se produce después de que israelíes y palestinos alcanzasen un alto el fuego el pasado agosto que puso fin a 51 días de violencia en los que murieron más de 2.100 personas.