El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha anunciado en una comparecencia en la sede de la Presidencia vasca en Vitoria, el adelanto de las elecciones autonómicas para el 5 de abril. La convocatoria ha sido remitida a los periodistas poco antes, sin más detalles sobre su contenido, aunque todos esperaban que Urkullu comunicara su decisión de adelantar los comicios, que por calendario deberían celebrarse en otoño.
Urkullu habla de la "situación general del Estado" como una de las razones, sin querer ligarla expresamente a la influencia de Cataluña en esa agenda política general. También ha mentado que ya había clima electoral, y así se ahorra una campaña de meses: "Hemos comprobado que la dinámica iniciada en el Parlamento Vasco va a hacer muy difícil avanzar en la aprobación de los proyectos o proposiciones de ley que se encuentran en tramitación. Son 29 iniciativas y es improbable que la gran mayoría de ellas puedan aprobarse en los meses que restan de legislatura", ha reconocido. De esta forma, considera que Euskadi "gana tiempo para adoptar, desde la certidumbre y el consenso, las decisiones que permitan responder a los retos estratégicos de futuro que tiene que abordar en los próximos años".
En el País Vasco gobierna el PNV, que aspira a continuar, a la vista de las encuestas. Ahora le apoyan los socialistas y los presupuestos se aprobaron con la abstención de algunos diputados de Elkarrekin Podemos.
El lehendakari reconoció la semana pasada que la primera fecha probable, en caso de que optase por no agotar la legislatura, sería el 5 de abril. Para cumplir con los plazos legales el decreto de convocatoria y disolución del Parlamento Vasco debería publicarse como muy tarde mañana en el Boletín Oficial del País Vasco. La idea que, al parecer, le ha impulsado es evitar la coincidencia con las catalanas, que no tienen fecha, pero que Quim Torra dijo que adelantaría. De esta forma evita que se solapen las campañas y los mensajes.
También falta por saber la decisión de Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta. En las anteriores coincidieron las elecciones vascas y las gallegas. Se hizo así para no provocar dos campañas electorales muy seguidas.
