El diputado del Partido Popular, Francisco Molinero Hoyos, y el exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz

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ante la comisión del Congreso

Fernández Díaz considera que la difusión de las grabaciones fue una "auténtica conspiración" política

Fernández Díaz ha subrayado que "fue un intento claro de alterar la voluntad popular" en las elecciones del 26 de junio del año pasado y por eso las grabaciones se difundieron en plena campaña electoral". Y ha sido tajante al señalar que quien las grabó lo hizo para perjudicarle "como político".

El ex ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha asegurado que la difusión de las conversaciones con el exdirector de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel De Alfonso, grabadas en su despacho fue una "auténtica conspiración" política.

"Fue un intento claro de alterar la voluntad popular" en las elecciones del 26 de junio del año pasado y por eso las grabaciones se difundieron en plena campaña electoral, ha subrayado Fernández Díaz en su comparecencia ante la comisión del Congreso que investiga el supuesto uso partidista de los medios de Interior para perseguir a políticos soberanistas.

Y ha sido tajante al señalar que quien las grabó o difundió, lo hizo "con evidente intención de perjudicarme a mí como político y al partido al que yo representaba como cabeza de lista por Barcelona", a la vez que ha lamentado que vaya a sentar un precedente que se persiga a las víctimas y no a los autores materiales e intelectuales.

Sobre esos autores, Fernández Díaz ha apuntado que "tiene idea" de quién pudo ser, pero que no acudía a la comisión a dar opiniones, tras lo cual ha explicado que diferencia "tres actos" en lo sucedido: la grabación, la custodia y la difusión. Unas grabaciones, que ha calificado de "ilícitas", de unas conversaciones "privadas", y cuya filtración para alterar los resultados de unas elecciones generales son "la única y verdadera conspiración".

El extitular de Interior ha explicado que tuvo dos únicos encuentros en su despacho con De Alfonso, el 2 y el 16 de octubre de 2014 y fue en "en plena campaña electoral", veinte meses después de esas citas, cuando se fueron transmitiendo fragmentos "descontextualizados" de las conversaciones mantenidas. Unos encuentros que, ha insistido en varias ocasiones, él no pidió, sino que le fueron propuestos por el exdirector adjunto operativo de la Policía Eugenio Pino, al que ha rebatido que en su despacho se grabara "todo", tal y como el exmando policial afirmó en una entrevista.

Al inicio de su intervención ha agradecido a los diputados su "compresión" por la situación personal que está atravesando y, aunque hubiera deseado que no se creara la comisión, también hubiera querido no haber tenido ningún obstáculo (en alusión a su enfermedad) para haber acudido antes.

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