El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha afeado que "cierto conseller exalcalde de Figueres" -en alusión al de Territorio, Santi Vila- utilice las averías o problemas en el servicio de tren en Cataluña con "finalidades políticas bastardas" culpando al Gobierno.
"Le faltó tiempo el otro día cuando se produjo el sabotaje para echar la culpa al Gobierno. Ahora está muy callado, pero es lo que dijo en un primer momento", ha criticado Fernández Díaz, en declaraciones a los medios antes de celebrar el día de la Patrona de la Guardia Civil en Sant Andreu de la Barca.
El pasado jueves, el servicio de AVE en Cataluña se vio gravemente afectado como consecuencia de los cortes de fibra óptica que se produjeron en dos puntos de la línea de alta velocidad en La Granada del Penedès (Barcelona).
El ministro ha sostenido que el conseller de Territorio y Sostenibilidad en funciones "siempre" haga este tipo de afirmaciones. "Espero que lo sucedido ahora le servirá para no reproducir estas gravísimas acusaciones", ha continuado Fernández Díaz, que ha lamentado que incluso se hayan utilizado este tipo de sucesos para justificar la necesidad de la independencia.
Fernández Díaz ha contrapuesto la actitud de Vila con la colaboración que ha asegurado que existe con el conseller de Interior, Jordi Jané, y el cuerpo de los Mossos d'Esquadra. Asimismo, ha insistido en que el presunto sabotaje sufrido en el AVE el pasado jueves es "susceptible de encajar en el delito de terrorismo" porque afectó "gravemente" al normal funcionamiento de una infraestructura básica, y provocó una "alteración grave de la paz social" porque afectó a más de 13.000 usuarios.
Sobre el robo de cable de cobre en Cataluña, ha apuntado que, "sin ánimo de polemizar", "los datos son los que son", y ha destacado que se sustrajeron un total de 141 kilómetros de cable en 2014, frente a los poco más de 50 kilómetros que se robaron en la segunda comunidad de la lista, Castilla-La Mancha.
En este sentido, ha aplaudido el esfuerzo hecho en los últimos meses, que se ha traducido en un descenso del 35 % en los kilómetros de cable de cobre robado en lo que va de 2015, aunque ha subrayado que habría que lograr un retroceso del 80 % para equipararse al resto de comunidades.