El juez del caso Gürtel, Pablo Ruz, ha ordenado el ingreso en prisión incondicional y sin fianza para el extesorero del PP Luis Bárcenas al constatar el aumento del riesgo de fuga, según han informado fuentes jurídicas.
La decisión se ha tomado después de que Suiza alertara de que Bárcenas había trasladado fondos a EEUU y Uruguay desde sus cuentas suizas no bloqueadas, según las mismas fuentes, y de que la Fiscalía Anticorrupción pidiera el ingreso en prisión incondicional, lo mismo que ha hecho la acusación popular en esta causa, la Asociación de Abogados Demócratas de Europa (ADADE).
En el auto de prisión, el juez estima que es procedente esta medida para asegurar su presencia en el proceso, evitando el riesgo de fuga y asegurando al mismo tiempo la preservación de fuentes de prueba relacionadas con los presuntos delitos objeto de imputación. Ruz entiende que estando Bárcenas en prisión, se evita la alteración de pruebas por parte del imputado.
Tanto la Fiscalía como el resto de las acusaciones, alguna de las cuales ha pedido prisión eludible bajo fianza, han considerado que ante las nuevas revelaciones sobre la fortuna de Bárcenas y los movimientos de sus cuentas no bloqueadas procedía agravar las medidas cautelares que se le habían impuesto hasta ahora. Hasta este momento, al extesorero tenía impuestas comparecencias quincenales en el juzgado, la retirada del pasaporte y la prohibición de salir de España.
El juez ha enviado a la cárcel a Bárcenas tras tomarle este jueves declaración para que le diera explicaciones del origen de su fortuna de 48,2 millones de euros en Suiza, después de comprobarse que sus negocios de compraventa de cuadros no se corresponden con operaciones reales.
Tras la celebración de la vistilla para la adopción de las medidas cautelares, sobre las 15.30 horas, Bárcenas ha permanecido solo en compañía de su abogado esperando la decisión del juez. La mujer del extesorero, Rosalía Iglesias, que también ha comparecido ante Ruz en relación con unos contratos de compraventa de unos cuadros, supuestamente de su propiedad y valorados en 560.000 euros, ha abandonado la Audiencia Nacional a las 13.30 horas.
La citación de ambos se produjo días después de que Ruz tomara declaración como testigo a la pintora argentina Isabel Mackinlay, que admitió haber accedido a firmar unos contratos en los que aparecía como intermediaria de una venta ficticia de cuadros de la mujer de Bárcenas.
Según Ruz, esos contratos no reflejarían "operaciones reales", lo que le valió al matrimonio la imputación de tres nuevos delitos: falsedad documental, estafa procesal en grado de tentativa y blanqueo de capitales.
El extesorero ha justificado siempre el origen de su fortuna, ante los bancos suizos, la agencia tributaria y la justicia, en la compraventa de cuadros o los negocios inmobiliarios, algo de lo que duda el juez tras comprobar que el matrimonio trató de "inducir a error" al juzgado con esos contratos.
Cuatro días después de llamarle a declarar por este asunto, el juez daba a conocer el resultado de la nueva comisión rogatoria de Suiza que informaba de otra cuenta con más de 26 millones de euros en el Lombard Odier, que sumados a los 22 millones que tuvo en el Dresdner Bank, elevaban a más de 48 millones la fortuna que logró acumular en ambas entidades.
Esta documentación, hizo que el juez acordara ampliar la toma de declaración al matrimonio para preguntarle por esas nuevas revelaciones, e incluyó también al presunto testaferro de Bárcenas, Iván Yáñez, ya que en alguna de esas nuevas cuentas aparecían el y su padre, Francisco Yáñez, como apoderados.