Tras los atentados de Francia la semana pasada algo parece haber cambiado en la actitud de los europeos. Doce personas murieron en el ataque al semanrio satírico 'Charlie Hebdo', tras este trágico suceso otro terrorista se atrincheraba en un supermercado judío de París causando otras cuatro muertes y la suya propia. El día en el que los hermanos Kouachi fueron abatidos el terror se vivió en una imprenta francesa. Una semana negra que para el profesor Florentino Portero lo que ha conseguido es hacer a la sociedad "más consciente de que tenemos un problema de seguridad serio con el islamismo".
Portero ha matizado que "en realidad la amenaza no se ha incrementado, pero ahora la percepción de amenaza es mayor y eso va a obligar a la clase política a tomar medidas para dar la sensación de que está realmente controlando la situación haciendo más dificil un nuevo atentado".
"Estado Islámico y Al Qaeda rivalizan pero no están en guerra"
El profesor ha calificado este conflicto como "una guerra civil musulmana donde nosotros somos un frente colateral, no somos un frente central. Son islamistas combatiendo contra musulmanes no islamistas. Lo que intentan es hacerse con el control del Islam y para ello golpean a Occidente porque ganan reconocimiento, prestigio, ganan influencia en la propia calle musulmana".
Portero ha explicado que esta "guerra" es distinta a la idea que los europeos tenemos de una guerra y explica que "ahora lo que hay que tener en cuenta es que la victoria no se realiza en el campo de batalla principal, sino fundamentalmente en los hogares. El objetivo por parte de los terroristas es alterar la conciencia de las grandes clases medias occidentales para que estas fuercen a sus gobiernos a actuar de una forma determinada, que es básicamente ceder al chantaje de estos grupos. Chantaje que se plantea en planos muy distintos tanto en la política exterior: no dar respaldo a determinados gobiernos contrarios a sus intereses, como en la política interior que es permitir a los islamitas campar por sus respetos facilitar la imposición de la sharia y no perseguir a aquellos imanes que tratan de imponer su punto de vista radical a los propios musulmanes".
Florentino Portero ha corregido la idea de que el Estado Islámico y Al Qaeda estén en guerra: "Estado Islámico es una escisión de Al Qaeda por dos directrices: debate sobre liderazgo, debate sobre el método. Rivalizan, pero entre ellos no hay propiamente guerra. La guerra es contra los musulmanes no islamistas".
Sobre las medidas que los ministros de Interior de Europa están barajando este experto opina que "son propuestas que ya estaban sobre la mesa y que ahora deprisa y corriendo se sacan para dar satisfacción a la opinión pública para que lo que ocurrió en París no vuelva a ocurrir. Lo más importante es entender que una parte de la autoridad de la legislación para actuar reside ya en Bruselas. La UE debe ser capaz de coordinar esfuerzos para que haya una política común europea frente al tema. Hay un trabajo que hacer desde cada país pero es muy importante ser capaz de actuar desde Bruselas".
"Es una guerra civil musulmana donde nosotros somos un frente colateral"
Para Portero además debería darse dos respuestas fundamentales: "Una de seguridad que es estar sobre el terreno para detectar quién evoluciona en este sentido y llegar a tiempo para impedir que actúe".
La segunda medida que plantea pasa por hablar y trabajar con "los líderes de las comunidades musulmanas para conseguir que en las mezquitas, en los colegios se explique a los más jóvenes que el camino de la yihad es un camino que va hacia el desastre de todos y que por ahí no se puede avanzar".