La sentencia sobre la exhumación de Franco cierra toda posibilidad a la familia de poder parar el traslado de los restos recurriendo a otros tribunales.
No le da ni un uno por ciento de posibilidades de éxito en un recurso ante el Tribunal Constitucional. Y es que la sentencia reitera una y otra vez que el decreto ley con el que el gobierno ordenó la exhumación, cumple escrupulosamente con la Constitución.
El Supremo emplea decenas de folios en explicar que no se ha vulnerado ningún derecho fundamental de la familia Franco. Se respetó su libertad religiosa, la igualdad ante la ley, la intimidad familiar y la personal.
La exhumación se realizará lo más alejada posible de la campaña electoral
En la sentencia también se dice que el Gobierno actuó según la Ley de Memoria Histórica, que pretende que el Valle de los Caídos sea un monumento en recuerdo de todos los muertos en la Guerra Civil
Dicen textualmente los magistrados que "la presencia de Franco en el Valle de los Caídos exalta el franquismo y dificulta el que sea un lugar en favor de la paz". Recuerdan además que "Franco se caracterizó por negar la separación de poderes y el pluralismo político y social.
También dicen los jueces que el Gobierno ha cumplido con los acuerdos del Vaticano. Y se dirige la sentencia también a los monjes benedictinos que guardan la basílica y que se oponen al traslado de los restos. Les recuerda el Supremo que el cuerpo de Franco no están en una sepultura privada sino en una basílica pública y de interés cultural, asi que deben atenerse a lo que diga la autoridad.
La sentencia suprime el último escollo que quedaba para la exhumación, la exigencia de una licencia de obras para mover la losa de 1500 kilos.
Pues bien el Supremo dice que esto no es más que una obra menor y que no entraña ningún peligro. Da vía libre por tanto a una exhumación, que se realizará lo más alejada posible del comienzo de la campaña electoral.