La responsable de las finanzas del PSC, Lluïsa Bruguer, ha asegurado este miércoles a la juez en su declaración como imputada que el partido no encargó el espionaje de la comida entre la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, y María Victoria Alvarez, exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, en el restaurante barcelonés de La Camarga en 2010.
Según la agencia Europa Press, la gerente ha sostenido en un interrogatorio de poco más de media hora en el Juzgado de Instrucción 14 de Barcelona que si el PSC hubiese hecho algún encargo de este tipo ella se habría enterado por ser responsable de las finanzas.
Bruguer sí que ha reconocido que el PSC ha tenido una relación profesional con la empresa de detectives Método 3 -sus empleados pusieron el micrófono en la mesa de La Camarga-, para diferentes trabajos de seguridad pero ha asegurado que en ningún caso se pidió espiar a las dos mujeres.
Tras su declaración como imputada por un presunto delito de revelación de secretos, la gerente socialista ha abandonado la sala en la que ha declarado por una salida diferente a la principal por la que había entrado con lo que ha evitado encontrarse con los medios de comunicación.
Según fuentes de la defensa, Bruguer ha salido por otra puerta con el fin de gestionar en el juzgado de guardia la devolución del ordenador que la Policía Nacional requisó el viernes en la sede principal del partido de la calle Nicaragua al considerarlo esencial para su trabajo diario.
También han sido citados a declarar como imputados este viernes la exdirectora de seguridad de Método 3 Elisenda Villena -que ya lo había hecho anteriormente-, el trabajador de la empresa José Luís Marco y una secretaria.