El Gobierno considera que la divulgación de varios mensajes de texto telefónicos entre Mariano Rajoy y Luis Bárcenas para desviar la atención de sus problemas con la Justicia y demuestran que no consiguió nada de lo que pedía al presidente del Gobierno.
Fuentes del Ejecutivo han interpretado de esta forma la publicación hoy, en un diario nacional, de una serie de mensajes con supuestos diálogos amistosos de Bárcenas o su esposa, Rosalía Iglesias, con Rajoy en diferentes fechas de los últimos años.
Las fuentes subrayan que divulgar ahora esos mensajes hace patente la existencia de una clara estrategia para que, ante sus problemas con la Justicia y las explicaciones que tiene que dar sobre los 48 millones de euros que tenía en Suiza, se hable de otros asuntos.
En esa línea, el Gobierno expresa su sorpresa por el hecho de que Bárcenas haya guardado mensajes de texto de ese tipo durante varios años, lo que cree que certifica que había una estrategia predefinida para usarlos ante sus problemas judiciales.
Insisten las fuentes, en que la lectura de esos mensajes sólo lleva a una conclusión: No ha conseguido nada de lo que solicitaba al presidente del Gobierno. Asimismo, subrayan que el hecho de que el extesorero del PP esté en prisión es una clara demostración de que no ha tenido ningún tipo de protección por parte del Gobierno.
Entre los mensajes publicados, Rajoy responde supuestamente a otros enviados por Bárcenas y su esposa, les pide tranquilidad y afirma: "hacemos lo que podemos".
Rajoy podrá expresar mañana en público su opinión ante estos mensajes en la rueda de prensa que ofrecerá en el Palacio de la Moncloa junto al primer ministro polaco, Donald Tusk, al término de la IX cumbre bilateral.
Será en la ronda de preguntas cuando los periodistas podrán pedir al jefe del Gobierno su opinión sobre esos mensajes y sobre otras acusaciones de Bárcenas en torno al supuesto cobro de sobresueldos ilegales o una financiación ilegal del PP.
La última vez que Rajoy habló públicamente sobre el caso Bárcenas fue el pasado 3 de julio, en Berlín, cuando dijo que no quería hacer comentarios sobre este asunto o sobre otros, como el caso de los ERE en Andalucía, para no condicionar las decisiones judiciales.
"Creo que no es bueno que pretendamos condicionar, hablar o comentar sobre temas que tienen que llevar los tribunales y a los que todos debemos respeto", señaló entonces Rajoy.
Esta semana, en un acto en la planta de General Motors en Figueruelas (Zaragoza) con motivo del anuncio de la fabricación en estas instalaciones de un nuevo modelo de vehículo, Rajoy hizo de forma genérica una reflexión que se relacionó con el caso del extesorero del PP.
Rajoy destacó el liderazgo de España en el sector de automóvil y subrayó que, de vez en cuando, hay que hablar de "las cosas que son importantes", como el anuncio de la fabricación de un nuevo vehículo, frente a la tendencia a "contar las cosas que no son las mejores".
También esta semana, el grupo popular ha rechazado en la Diputación Permanente del Congreso la petición de la oposición de que Rajoy compareciera en la Cámara para dar cuenta de las acusaciones de Bárcenas contra él y contra el PP.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la conferencia de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros del viernes justificó ese rechazo recalcando que Rajoy lleva desde enero "dando explicaciones" sobre informaciones que "se vuelven a reproducir en sus propios términos".