La vicepresidenta cuarta del Gobierno y encargada de coordinar la desescalada de las medidas contra el coronavirus, Teresa Ribera, ha defendido que el estado de alarma es el instrumento que ofrece la Constitución para una crisis como la del Covid-19 así que ha emplazado a quien no quiera prorrogarlo a proponer alternativas a este mecanismo o incluso una reforma de la Constitución. "Al que no le guste, que proponga otra" alternativa, ha llegado a decir. "O que diga que no es una crisis nacional, global, sino que es local, y asuma el coste de lo que está proponiendo. De verdad que (el Gobierno) no hemos visto otra cosa", ha asegurado en una entrevista en La Sexta.
¿El Plan B puede ser la Ley de Salud Pública?
Así lo ha afirmado ante la pregunta de si el Gobierno tiene o no un plan B para aplicar la desescalada en caso de que el Congreso no apruebe la prórroga del estado de alarma: "Lo importante es preguntar cuales son los planes B de aquellos a los que no les gusta el plan A", ha replicado, añadiendo que "no se entiende por qué se dice que no a todo pero no se propone una alternativa a ese no". Ribera ha explicado que la Ley de Salud Pública permite tomar medidas excepcionales y restringir derechos para frenar una crisis sanitaria local, pero no nacional ni mucho menos global. Así, ha opinado que alguien puede pensar que esa "gestión fraccionada" es suficiente ante una crisis como esta, pero el gobierno cree que sería "una gran irresponsabilidad". Ribera ha defendido que la desescalada es el "complemento indispensable" de la gestión eficaz de la crisis, y por lo tanto que sigue siendo necesaria la "competencia fuerte del Estado" activada "de manera excepcional". Se trata, ha dicho, de tener una "capacidad de control, de seguimiento" en todo el territorio nacional para "garantizar que no hay nuevos rebrotes" como consecuencia de la movilidad entre provincias o comunidades autónomas. "Pensar que desde Galicia se puede gestionar o reaccionar frente a un potencial rebrote en Málaga es un poco llamativo", ha proseguido. También ha defendido que la declaración de alarma es habitual en otros países europeos, recalcando que Alemania aprobó el 27 de marzo una ley de urgencia para habilitar al Gobierno federal, que en Francia el estado de alarma está vigente hasta el 24 de julio y en Italia fue aprobado el 31 de enero por seis meses.
¿Quienes están en contra?
La alusión de Ribera es porque el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, es uno de los que ha hablado de no recurrir más al estado de alarma y utilizar la Ley de Salud Pública, si es necesario con una reforma rápida. Además de Galicia, tampoco el País Vasco, según el lehendakari Íñigo Urkullu, quiere seguir con el estado de alarma. Igual Cataluña o Andalucía. Como se ve, las reticencias de dirigentes del Partido Popular son compartidas por partidos que inicialmente apoyaban al Gobierno, como PNV o ERC.
La petición de prórroga del estado de alarma se espera que parta de la próxima reunión del Consejo de Ministros y se debata en el Congreso de los Diputados en el pleno de esta semana. Pedro Sánchez confía en que a última hora los que se oponen no puedan justificar ante la opinión pública votar en contra en las actuales circunstancias.