Estas mismas fuentes han explicado que la salida de Ziani de España será inminente. En concreto ha sido el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, quien ha firmado esta resolución dando el visto bueno al expediente de expulsión elevado por la Brigada Provincial de Extranjería de la Policía Nacional de Barcelona.
El proceso se podría haber extendido hasta dos meses, pero se ha resuelto en apenas unos días. El CNI también atribuía a Ziani haber colaborado en el pasado con los servicios secretos de su país de origen. Es habitual que en este tipo de procedimientos la Secretaría de Estado de Seguridad, estamento competente para entender de este asunto, se limite a avalar las conclusiones de la Policía Nacional.
Ziani negó este lunes la acusaciones que se le imputan y tachó de "injusticia" su situación. "Hasta los imanes se han reído de que me acusen de ser salafista radical. Nunca he fomentado el radicalismo; al contrario", declaró antes de inaugurar un curso para imanes y dinamizadores culturales musulmanes.
Al preguntársele si atribuye su detención a expresar opiniones soberanistas catalanas y si se siente utilizado por el Estado, Noureddine Ziani se ha limitado a responder: "Me sorprende que sea por otra cosa". Nervioso, ha insistido en que ni es político ni milita en ningún partido, aunque ha reivindicado su derecho a tener una "posición como persona implicada en todo lo que pasa en esta vida".
Según relató, Ziani recibió hace días una llamada de teléfono de la Policía Nacional que le pedía personarse para hablar de su permiso de residencia y nacionalidad: "Fui y me dijeron que estaba detenido", explicó.
Este procedimiento de expulsión ha generado malestar entre el nacionalismo catalán, especialmente desde CiU y ERC que denuncian que las expulsión de Ziani, vinculado a la Fundació Nous Catalans de CDC, se debe a sus posiciones a favor del soberanismo, extremo negado por Interior.
El ministro, Jorge Fernández Díaz, desvinculó el expediente abierto a Ziani del proceso soberanista de Cataluña y aseguró que se debe a sus relaciones con el "salafismo radical".
Así lo afirmó en declaraciones a los periodistas este miércoles durante la inauguración en Barcelona del nuevo complejo policial de Sant Martí en la Verneda, donde reiteró que el expediente "no tiene nada que ver" con motivos políticos. Añadió además que este ciudadano ya había sido expulsado de otro país europeo por ser una amenaza para la seguridad.
